En un carro en movimiento, una adolescente de 15 años estaba sentada en el asiento trasero, escuchando música mientras leía una revista. Su madre conducía con tranquilidad, pero siempre de vez en cuando echaba un vistazo al espejo retrovisor para asegurarse de que su hija estuviera bien. Al verla tranquila, una pequeña sonrisa se escapaba de los labios de la madre, quien continuaba su atención en el camino.Una vez que la adolescente terminó de leer la página de su revista, la dejó a un lado y dirigió su mirada hacia su madre al tiempo que soltaba un pequeño suspiro de fastidio. No estaba emocionada por esta mudanza, no quería dejar atrás a sus amigos y su vida en los Apartamentos Addison. Se quitó los audífonos y se acomodó para acercarse un poco a su madre.
-"Mamá, ¿recuerdas por qué nos mudamos?" - preguntó la adolescente, mirando a su madre mientras esta seguía atenta al camino. Otro suspiro escapó de los labios de la madre, un suspiro que reflejaba su resignación ante la repetición de la pregunta de su hija.
-"Hija, ya te lo he dicho muchas veces, es por cuestiones de trabajo" - respondió la madre, tratando de calmar a su hija que se cruzaba de brazos en señal de frustración.
- "Pero me encanta vivir en los Apartamentos Addison" - insistió la adolescente. La madre detuvo brevemente el automóvil en un semáforo en rojo y aprovechó para mirar a su hija.
-"Lo sé, cariño, pero también sabes que siempre aprovecho las oportunidades de trabajo para ganar más dinero y brindarte todo lo mejor"- acarició el cabello de su hija con ternura. - "Además, en los Apartamentos Addison había algo escalofriante"- agregó con una risa.
-"Sí, claro. No dijiste eso cuando nos mudamos. Recuerdo que dijiste; "siento una atmósfera sombría, perfecto para esconder un cuerpo, me encanta", - la adolescente hizo comillas en el aire con sus dedos mientras miraba a su madre en busca de su reacción. Solo recibió una risa por parte de ella.
-"Oh, hija, qué cosas dices. Tal vez me gustaba, pero te repito, cuando tengo una gran oportunidad de trabajo, siempre la aprovecho"- dijo la madre, y el semáforo volvió a ponerse en verde, haciendo que el carro avanzara nuevamente. La adolescente volvió a ponerse los audífonos y se dedicó a mirar por la ventana, contemplando la ciudad mientras escuchaba música.
-"Mamá, ¿falta mucho?"- preguntó la adolescente con una tranquilidad que mostraba su falta de impaciencia.
- "Ya estamos cerca" - respondió su madre y, segundos después, el carro se detuvo frente a una casa.
- "Bueno, hemos llegado", - anunció la madre a su hija. ______, un poco sorprendida, observó el nuevo hogar al que se mudarían. Era una casa, lo cual resultaba extraño ya que siempre habían vivido en apartamentos.
-"Bien, ¿qué opinas?"- preguntó su madre, abriendo la puerta del carro. ______ se quedó perpleja por un momento.
- "Mamá, te hablo claro, que a mí no me gusta esta casa"- , respondió la adolescente sinceramente, mirando a su madre. Esta le sonrió comprensivamente, se acercó a su hija mientras sonreía.