───────────────CAPÍTULO DOS
"Nosotros"NICK
Las vacaciones de verano era mi frase favorita, sin dudas. Era como descansar en paz sin morir, y lo sentí de verdad después de la graduación. Todos íbamos a la universidad, y aunque fuera triste al principio, no me venía mal la idea de conocer a nuevas personas.
El último día, Olivia, la hermana de mi novio, nos abrazó a ambos en medio del pasillo.
—Los voy a extrañar —chilló.
—Nosotros a ti —murmuró Enzo, y yo asentí.
—Si nos ves por los pasillos el próximo año, no somos nosotros —dije—. Corre y hazte bolita.
No me agradaba alejarme ni de ella, ni de mi madre y mi hermana. Las tres eran mi familia desde hace años. Era como si desconectara algo que nos unía.
—Me llamarán, ¿verdad?
Enzo rodó los ojos.
—Solo será un año. Además, irás a la misma universidad que nosotros.
<<Nosotros>>.
Esa era la parte que me había costado decirle. No iríamos a la misma universidad, porque yo no había pasado el examen. Pero sonreí y volví a asentir, como una máquina.
Planeaba decírselo, claro. Pero no sabía cómo, y me daba miedo su reacción. Ya había imaginado más de diez escenarios, y todos terminaban con un Enzo enojado y un Nick arrepintiéndose por abrir la boca.
Pero tenía que hacerlo, y lo decidí cuando consiguió entradas para un campamento de verano, lejos de todo. Justo lo que necesitaba, antes de comenzar con la vida real en otro lado, muy lejos de Enzo.
Demasiado a mi parecer.
Comenzamos a empacar un día antes, no porque yo quisiera, sino porque Rox, mi hermana menor, me lo recomendó. Ella había sido parte de los scouts desde los cinco hasta los trece, y estaba emocionada porque sería una experiencia similar.
—Te daría mis libros, pero jamás los presto —dijo, mientras ayudaba a acomodarlo todo en la maleta. Gracias al dios del hockey, porque yo no habría podido hacerlo mejor que ella.
Cuando cerramos la maleta —Rox tuvo que subirse a ella para conseguirlo—, ella me abrazó. Era tres años menor que yo, así que no teníamos la misma suerte que Enzo y Olivia, que se verían en poco tiempo, e incluso llegarían a vivir juntos. Yo estaría solo por tres años antes de que mi hermana entrara a la universidad, si es que no se tomaba un año. Y luego ella estaría sola, porque yo ya habría salido al siguiente.
—Te voy a extrañar mucho —sorbió la nariz, y ella volvía a tener cinco años y yo ocho, cuando me abrazó porque su pez murió.
—Yo también. Espero que no te olvides de mí.
Ella se separó del abrazo y me miró con los ojos inyectados en sangre, sonriendo y sacudiendo la cabeza.
Mi madre tocó la puerta y un perro entró corriendo antes de ella. Era Dixon, la mascota de mi tío, que se quedaría una temporada con ellas en lo que buscaba casa.
El tío Berny entró con una sonrisa pintando su rostro. Yo sonreí igual. No lo había visto en un par de años porque vivió en otro lugar por una década, hasta que decidió mudarse a la misma ciudad que nosotros.
Sale uno y llega otro.
—Mi hermano —dijo, dándome un abrazo. Usaba esa expresión para referirse a sus amigos o colegas, como también decía a menudo—. ¡Todo un universitario!
Parecía que el resto del mundo estaba más emocionado que yo, pero lo tomé.
—A un paso de la vida adulta.
—Por supuesto que no —mi madre extendió sus brazos hasta mi cara y apretó mis mejillas—. Tú siempre serás mi Nicki.
—Mamá —mi voz se vio distorsionada por su agarre—, ya no tengo cinco años.
—Tienes dieciocho, ¿y qué? Seguirás siendo mi hijo siempre.
Me intrigaba saber si diría lo mismo si escuchara todos los secretos que guardaba en ese momento. El más gordo de todos, que era bisexual, y que había estado saliendo con mi mejor amigo desde hace más de medio año.
Enzo y yo éramos un secreto. Él estaba cómodo así, o al menos lo parecía, porque jamás se había quejado de nuestra privacidad. Y yo estaba bien con eso.
La única que sabía de esto era Olivia, porque nos atrapó en un momento. En nuestro momento. Y aunque estaba asustado, también me pareció bien. Deseaba que todo mundo supiera qué pasaba entre nosotros, y aunque no era así, me conformaba con una sola persona.
El día que Enzo y yo partimos hacia el campamento, mi madre soltó las lágrimas. No sabía qué sucedería el día que me fuera de verdad a la universidad.
—Lo siento —sollozó—. No puedo evitarlo.
Enzo tenía su auto preparado para llevarnos a la libertad. Nos habían recomendado el campamento hacía un par de meses atrás, porque deseábamos experimentar cosas nuevas. Y sentía que ambos teníamos un espíritu aventurero.
Además de que era una manera de despedirme de él.
No tenía idea de qué sucedería después, pero deseaba en lo más profundo de mi corazón que el destino fuera bueno para ambos. Y si no estábamos juntos...
Carajo, no sé qué haría.
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Nick, Nick, Nick. Todo un rebelde.
Me encanta, para qué mentir JAJA¡¡No olviden votar ⭐️!!
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Hielo de verano
AdventureBILOGÍA HIELO 🧊 (no es necesario leer este para entender el otro) Romper el hielo disponible en mi perfil. ❝ Dos parejas, un campamento ❞ Todos aman los secretos, aunque sea un arma de doble filo. Al final siempre saldrán a la luz. Nick, Enzo, Belé...