A todos los corazones
agrietados por el miedo al exterior.───────────────
CAPÍTULO UNO
"La primera ciudad"BELÉN
Comencé mi nueva vida cerrando la cajuela del auto. Solo llevaba una pequeña maleta para el viaje, así que fácilmente pude haberla llevado en el asiento del copiloto, pero necesitaba hacer algo de estruendo antes de irme. Quería que mi madre supiera que estaba hablando en serio, además de que algo muy profundo en mi interior deseaba que saliera para despedirse. Aunque sabía que nadie en casa me extrañaría.
—¡Ya me voy! —grité.
Al no recibir respuesta, subí al auto y emprendí el viaje.
Deseaba alejarme por una razón: nadie me soportaba y yo no los soportaba a ellos. Mi mamá acababa de pelear con su marido -que por nada del mundo llamaría padrastro-, y toda la mierda de la post bronca cayó sobre mí. Esa fue la gota que derramó el vaso.
Los paisajes de la ciudad que dejaba ese día comenzaron a ser lindos. O tal vez era porque ya no estaría para presenciarlos y se burlaban de mí por eso.
Malditos paisajes.
Además, me recordaban a la única persona que no deseaba volver a ver jamás: Coral Molina, la chica más egoísta que he conocido nunca.
Si dijera que ya la superé, estaría mintiendo, porque aún necesitaba de ella, pero me enojaba pensar en toda la puta mierda que me hizo pasar.
No le di ni una explicación: antes de marcharme, apagué el celular y lo guardé en el cajón de los calcetines. No habría comunicación entre las personas que conocía y yo, y eso estaba bien para mí. Ya hacía tiempo que deseaba desconectarme del mundo.
Y de mi mente.
Encendí el estéreo del viejo Chevy, que hizo un sonido raro antes de reproducir una canción.
—¡Esto es <<Little Talks>> de <<Of Monsters and Men!>> —anunció la locutora.
Los edificios a mi alrededor comenzaron a acabarse pronto, y fueron reemplazados por bosques extensos, algunas veces interrumpidos por construcciones abandonadas o industrias que liberaban grandes cantidades de humo y agua, aunque eso no lo podía ver desde la carretera.
No recordaba cuándo había sido la última vez que había cargado gasolina, pero el foco de advertencia se botó veinte minutos después de pasar frente a una gasolinera.
—Vamos —le murmuré al auto—, solo un poco más.
Por suerte, me hizo caso, y logramos llegar a una estación de gas. Después de cargar lo suficiente, compré algo para saciar el hambre con lo poco que tenía ahorrado en la pequeña tienda a un costado. Y también aproveché para orinar.
La mujer de la tienda, tan llena de piercings que parecía tener más metal que cara, me entregó unas llaves para abrir el baño.
Por eso a nadie le gustaba hacer paradas en lugares tan jodidos como esos: estaba atiborrado de rayones, notas de <<buen viaje>> y nombres con corazones. Me preguntaba cuántas historias había detrás de toda esa tinta, y si habían terminado bien o no. Y cuántas personas ya estaban muertas.
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Hielo de verano
AventuraBILOGÍA HIELO 🧊 (no es necesario leer este para entender el otro) Romper el hielo disponible en mi perfil. ❝ Dos parejas, un campamento ❞ Todos aman los secretos, aunque sea un arma de doble filo. Al final siempre saldrán a la luz. Nick, Enzo, Belé...