El gato de cheshire.

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Nota: Adoro con mi alma las dos obras de Alicia. Pero adoro esas versiones donde el país de las maravillas es algo diferente a lo que se cree. Aquí otro pequeño drabble. 


—Esto es un problema, no encuentro la llave. —susurró Aoba, observando las enormes puertas que se interponían en su camino. Pensó estaba solo, sin embargo entre las sombras algo se movía. 

—¿Crees que es un problema no encontrar la llave? —musitó una voz tenebrosa pero juguetona.

—Es un problema, quiero ver que hay al otro lado, ¿Cómo podré hacerlo?

—El problema, es que no es un problema, mi mundo, tu mundo. La línea es tan delgada y sin embargo diferente, ¿Quieres una llave? Tal cosa no existe. Si pudiese explicarlo, Aoba; yo estoy al otro lado del espejo, donde las reglas no existen, donde yo soy el rey de mi mundo, y las masas se quedan como lo que son: masas. En tu lado, aunque parece haber claridad, solo es la ilusión creada por tus ojos, por tus sentidos, mi lado es la cruel pero hermosa realidad, pútrida a decir verdad. Si quieres una llave, no la encontraras, porque tú eres la llave.

Virus sonrió con suavidad, era una curvatura de labios cínica, sarcástica, cruel, pero una sonrisa a fin de cuentas. —Deberías regresar por donde viniste, pequeño "Alice" este mundo no es apropiado para tu supuesta inocencia, las puertas solo se abrirán a ti cuando aceptes la depravación en ti y comprendas la verdad, no habrá espacio para tu ternura, al menos no una vez que comprendas lo que tú eres.

—No, yo sé lo que soy, soy Aoba.

—Sabes tu nombre, pero no lo que eres.

—Eso no tiene sentido —renegó en respuesta.

—Cuando no quieras entenderlo, lo veras claramente —ronroneó el gato, divertido, muy entretenido por aquel nuevo visitante que con anhelo deseaba abrir las puertas de aquello maravilloso y desconocido.

El gato de Cheshire movió su cola con suavidad, sus ocelos fríos y cortantes no se despegaban del rostro ajeno. Podía verlo, asustado, intranquilo, lleno de dudas, inseguro. Para Virus, los humanos no tenían vuelta de página, eran siempre iguales, una vez que su realidad era juzgada y puesta a prueba, todo comenzaba a derrumbarse. El corazón de esta nueva "Alicia" a los ojos del blondo, era similar a un castillo de naipes: hermoso y muy digno de admirar, sin embargo, débil, al primer soplido todo se podría caer. Quizá, y solo quizá, eso lo haría mucho más interesante.

Así bien, el gato de la sonrisa tramposa aguardó por una decisión. Aoba parecía inseguro, sin embargo en sus ojos estaba el brillo de la esperanza, del valor y de la decisión, ¿Cómo podía él poseer ambas cosas? Era un enigma interesante. "Me pregunto... cuánto tardará en romperse" pensó el gato, viendo como la nueva Alicia, lista para probar su suerte, abría las puertas del país de las maravillas al cual había llegado con tan solo haber observado el otro lado del espejo.

—No tengo miedo, al menos eso creo —respondió Aoba.

—Entonces, si crees que estás listo para enfrentar la verdadera locura, que es la realidad, adelante.

Aoba se quedó pensando y el gato de Cheshire le dio un empujón. Se acercó a él y deslizó sus labios por si mejilla. —Cuando perdido estés, el camino estará justo frente a ti.

Una sonrisa más, solo una. El juego acaba de empezar. Las puertas estaban abiertas para Aoba, su entrada única para entrar a la tierra de las maravillas, donde las reglas, la locura y el amor van de la mano en maneras inimaginables.

UNl

Dramatical Murder Mini-Historias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora