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¿Qué significa la libertad, si te la exige un dios?🥀
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- Dainsleif 〰️💫
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Adelante, trasciende. Ve más allá del destino que te fue concedido...
Eres como una f...
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Sinopsis: La historia del cuervo y el gorrión ha sido olvidada por la mayoría, pero algunos siempre la recordarán.
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“Había una vez un cuervo bebé. El cuervo era una cría inquisitiva y curiosa que quería explorar cosas a las que nadie más se había atrevido jamás. Pero debido a sus ideas, el cuervo fue golpeado, rechazado y maldecido durante toda su infancia. Finalmente, tan pronto como alcanzó la edad adulta, fue expulsado de su nido y, a partir de ese día, el cuervo juró no volver a confiar en ninguna alma. Pero un día, el cuervo se encontró con un gorrión, a quien parecía encantarle desafiarlo y probarlo en cada momento posible”.
Cuando Zandik fue exiliado de su ciudad natal, pensó que estaba preparado para lo que estaba por venir, porque había experimentado lo peor que la humanidad tenía para ofrecer. Sabía que no debía darle la hora del día a ninguna otra persona y decidió ser frío y cerrado. Y no le importaba ser así, ya que todos en la Akademiya eran una decepción dolorosa y superficial. Se preguntó si alguna vez algo sustancial pasó por esos cerebros suyos. Ignorar a sus compañeros de clase le había granjeado una mala reputación, pero a Zandik no le molestaba demasiado, ya que estaba mucho más interesado en su investigación personal.
Eso fue hasta que te conoció.
Irrumpiste en su vida de la nada, para su consternación, e invadiste su espacio, ocupando ahora una de las camas del dormitorio. Habías saboteado enormemente su espacio y tiempo de trabajo, ya que ahora tenía que ser consciente de en qué trabajaba en tu presencia. Tuvo que tener cuidado en su propia habitación por tu culpa. Fue absolutamente exasperante. Pero quizás lo más confuso y molesto fue tu actitud hacia él.
Fuiste... amable. Le sonreirías. Indagarías en sus estudios e investigaciones con un interés supuestamente genuino (aún tenía que deducir si estabas siendo real o no). Cocinarías para él y continuarías haciéndolo a pesar de que todavía tenía que agradecerte por ello. Le harías recados voluntariamente y sin ninguna protesta. Callarías inmediatamente a cualquiera que hable mierda sobre él.
A Zandik no le gustó.
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“A pesar de la naturaleza bondadosa del gorrión, el cuervo no se atrevió a aceptarlo. No era raro que los cuervos se aprovecharan de los gorriones, y en algunos momentos, el cuervo no quería nada más que tragarse al gorrión para que ya no estuvieran en su cabello. Pero no hubo oportunidades para que el cuervo hiciera eso, por lo que se vio obligado a soportar la presencia del gorrión. Sin embargo, se dio cuenta de que el gorrión tenía muchas más fortalezas de las que inicialmente creía. Con el tiempo, se convirtió en una relación única, una que nunca debería haber sido posible”.