Traición y dolor

1 - Final A

La reunión en el cielo no fue como Charlie lo planeo. Al final solo descubrió que ni los propios ángeles saben cómo redimir a un demonio o que pasos a seguir para poder entrar en el cielo y por ende, prefieren hacerlo de "la forma fácil"; matar a su gente para evitarse problemas y quebraderos de cabeza.

Además de su fatídica reunión, ella descubrió que la persona en la que más confiaba, la persona que más amaba, quien estuvo a su lado desde el inicio y quien creía que nunca la traicionaría acabo siendo uno de los monstruos que asesinó a su gente.

El portal las dejo en el mismo lugar del que fueron, la recepción del hotel, frente a las escaleras. En la sala se encontraban todos charlando tranquilamente y no se habían dado cuenta de la llegada de las dos amantes.

-Charlie, estas bien- inquirió su novia, sonaba preocupada y se veía nerviosa por el estado en el que se encontraba.

Ella estaba de rodillas en el suelo con la cabeza gacha y la mirada perdida tratado dd hablar pero su voz suena entrecortada y se escucha como un murmullo -eres uno de ellos-

-¿Que?- preguntó confundida por el bajo tono de voz de su compañera.

Charlie se giró lentamente y la miro a los ojos, reflejando el dolor y la traición que sentía en aquel momento -Eres. Uno. De. Ellos- repitió con un tono algo mas elevado y haciendo énfasis en cada palabra con un tono de odio que Vaggie nunca había oído antes.

-Charlie tienes que entender que...

-NO- aquel grito logro asustar a los allí presentes que nunca habían visto a la dulce Charlie enfadas de verdad, el resto de grupo se giró y comenzó a prestar atención a las recién llegadas, con gran intriga de la causa del enfado de su dulce y comprensiva amiga -Tú, TÚ- su tono se hacía más elevando a medida que se levantaba y poco a poco sus cuerno comenzaban a brotar.

-Tienes que tranquilizarte para que podamos hablar- trataba de razonar vaggie, quien también se levantó, y retrocedía a cada paso que daba Charlie.

-No- escupió con odio-Tú eres la que debería hablar- algunas llamas se comenzaban iniciar por el suelo -Tú eres una de ellos, eres parte de los mismos monstruos con los que tenemos que tratamos cada año- se detuvo en sus pasos y la señaló acusadoramente.

-No lo entiendes- trato de justificarse

-Por su puesto que no lo entiendo, no comprendo porque estas aquí para acabar con lo tuyos- contesto con gran enfado, sus cuernos habían salido por completo y su tamaño comenzaba a ser mayor por momentos.

-Yo no soy como ellos- se defendió como pudo entre el nerviosismo y la culpa.

-Claro que lo eres Vagatha-Su tamaño dejo de crecer, pero era por lo menos tres cabezas mas altas que la otra mujer -Eres un maldito ángel.- El dolor y el odio se entremezclaban en aquella frase -Y, para mayor ironía, eres un ángel exterminador- Agachó la cabeza y se llevo una de sus manos a la cabeza tratando de ordenar sus ideas -Eres la causa de todo el problema que se estoy tratando de solucionar- Levantó la cabeza y la miro con furia -Acaso te parecía gracioso estar aquí y verme fracasar en primera línea, te divertiste viendo cómo caía en tu engaño, algo de esto es verdad- dijo mientras la señalaba a ella y posteriormente a si misma.

Las lágrimas comenzaban a asomarse en sus ojos, las llamas que habían ido ganado fulgor comenzaron a empequeñecerse y sus cuernos comenzaron a descender -Todo esto fue una mentira para ti, un truco para estar cerca de la princesa del infierno y vigilarme- fue en ese momento que Charlie se quebró, toda su ira se transformó en dolor, un dolor profundo en el corazón al pensar que la persona que más ama no la corresponde y solo la ve como un medio para obtener un fin, un fin de muerte.