(Escuchad la maldita canción, que le mete más drama)
El Kraken está enfadado. Lleva semanas así, su ira posee una buena parte de su tiempo, peleándose entre la tristeza profunda como el océano y la euforia tan elevada como las nubes.
Edward tiembla cuando está solo, pero los demás tiemblan cuando están con él.
Izzy toca la puerta de su camarote, con los nudillos raspados y cubiertos por moretones. Su cabello está más desordenado de lo que solía estar. Acostumbra a descargar su dolor contra las paredes de su enana habitación. Vuelve a tocar la puerta, y escucha un grito proveniente de dicha habitación que le indica que entre.—Barbanegra, buenas tardes...
—Ay, Izzy, siempre tan oportuno. ¿Qué quieres ahora?
Él está de espaldas, apoyando las manos en su mesa.
A Izzy, el hecho de que pronuncie su nombre tan cansado lo amarga. Trata de ignorarlo y continúa hablando.—La tripulación estaba preguntándose si...
—Izzy, ¿es importante, acaso?
Y el mencionado se siente molesto. No quiere escuchar su nombre de nuevo.
—Es su tripulación, usted sabrá si quiere escucharlos.
Su tono es más bien solemne, no desafiante. Pero para el frágil ego de su capitán es suficiente.
—¿Dudas de mi criterio?
Esa voz rasposa como papel de lija frota contra los tímpanos del mayor. Es profunda, cavernosa y generadora de un escalofrío que recorre su columna vertebral. Sus manos sueltas ahora juegan con el guante que acostumbra a llevar. Empiezan los nervios.
Espera unos segundos.
—Izz, te he preguntado algo.
Su tono es demandante, pero sabe que no hay respuesta correcta. Da igual qué diga, su intención no importa, ni siquiera que tenga razón o no. Ha provocado a la bestia por abrir la boca.
Espera unos segundos.
—Israel.
El pecho de Izzy se encoge.
—¿Sí, mi capitán?
El sonido armonioso y gastado por el tabaco se arrastran por el aire hasta llegar a oídos de Barbanegra, el cual se gira y con su mirada apagada como si de catacumbas se tratase, fija sus ojos en los del más bajo.
Espera unos segundos.
Izzy se atreve a desviar la mirada durante una décima se segundo a la mesa de Teach, en la que hay polvos blancos, botellas de ron vacías, papeles tirados y quemados... Pero el Kraken se percata de ello, y una sonrisa tétrica, retorcida, aparece en su rostro, seguida por una profunda risilla burlesca.
—¿Es por eso?¿Un poco de cuerno de rinoceronte te preocupa? Izzy, por favor, est...
—Deja de decir mi nombre así.
Le ha salido solo, no era su intención en ningún momento. Sabe lo que viene.
Espera unos segundos, pero está vez parecen eternos.
Los ojos del Kraken se hacen más grandes, o eso es lo que le parece a Israel. Y a la primera que puede articular palabra, lo intenta.
—Eddie, lo sie...
Le golpea en la cara tan fuerte que lo derriba, casi noqueádolo.
El suelo está frío, tanto como el aire penumbroso que se mueve en la sala. Las astillas de la madera se podrían clavar en su piel, pero él no lo podría notar muy fácilmente puesto que su foco está puesto en una amenaza más grande que la de un simple trozo de tronco pulido.
Se arrastra lo más rápido que puede hasta llegar a tener una pared tocando su espalda, pero mientras tanto, Edward continúa hablando. No logra escuchar sobre qué, sólo sabe que el miedo lo tiene dominado. Sus labios tiemblan, sus manos buscan a qué aferrarse, pero sus ojos vacilan en no llorar.

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𝕺𝖚𝖗 𝖋𝖑𝖆𝖌 𝖒𝖊𝖆𝖓𝖘 𝖉𝖊𝖆𝖙𝖍 [𝔬𝔫𝔢𝔰𝔥𝔬𝔱𝔰]
Fanfic¿Otra cosa que empiezo y jamás acabo? Sí. Pero me refugio en que son historias no correlativas (alguna seguramente sí lo sea). Trato de que esté bien escrito. Aquí habrá de todo, estamos en el barco del drama 🤌🏴☠️