Adiós

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Remus Lupin

No había un Draco que alejar de Harry, no Había más risas como el año pasado, extrañaban a Draco, las cartas que le mandaban siempre regresaban nunca abiertas, siempre volvían y no había respuesta.

No había nada más que decir, el día que Harry regreso dijo que no encontró a Draco en ningún lado, ni sus compañeros no habían visto, todos estaban preocupados en la búsqueda del Rubio.

No sabían dónde estaba, dónde podía encontrarse Sirius miraba mucho al profeta buscando una pista, hasta habían anunciado su desaparición, pero no hicieron nada, el ministerio se hizo un caos desde que Voldemort se reveló.

Todos creen que Draco se pasó al lado de Voldemort, yo se que no, Draco no haría eso, el es muy bueno, el piensa diferente a todos pero es bueno.

Me levanté de la cama de Draco, ya la casa no era igual, Harry andaba de malas o andaba muy triste, Sirius no estaba y El elfo doméstico no andaba por ningún lado, tal vez lo estaba buscando.

Las reuniones de la orden volvieron a estar en la casa, al menos eso distraía a los demás y a mi, extrañaba al Rubio que venía corriendo cuando hacia algo nuevo, Mostraba algo Muggle o iban al centro comercial.

Mordí mi labio inferior, quería llorar, pero debía ir a dar la cara a sus invitados, Debía dar la cara a la orden para mostrar que todo iba bien, que estaban bien para cualquier pelea, abrí la puerta y mire a dos altos pelirrojos con la cabeza baja.

–Te veníamos a buscar...

–Pero Estabas en la habitación de Drac-... Draco y no queriamos interrumpir.

Asentí levemente para pasar a un lado de ellos, mire hacía atrás, mirando como ellos Entran a la habitación de el rubio, el rubio desaparecido, ni Dumbledore sabe dónde está, Tampoco Snape que parecía más pálido que siempre.

Mire las escaleras para comenzar a bajar, debía calmarse, tome una bocada de aire, solo esperaba que un día el tonto rubio abriera esa puerta y dijera que estaba explorando el mundo, por eso no podía responder.

Que no estuviera en peligro, pero sabía que eso era poco probable, Más posibilidades había que se encontrará muerto o Barrado por ahí.

Abrí la puerta del comedor para entrar, estaban todos, los de la orden y los adolescentes, suspire y me senté en mi lugar para acomodarme.

Mire a los invitados, deteniéndo mi mirada a la triste pelirroja que intentaba consolar a Harry.

Tal vez no lo hacía con mala intención, solo quería ayudar, pero si Draco estuviera ahí, habría pelea, Habría discusiones y risas.

Pase mi mirada al pelirrojo a su lado, miraba perdido el plato frente a el.

Después la chica a su lado, miraba todo expectante, pero no decía nada, no hablaba, solo miraba en busca de como ayudar.

Mire al más mayor de la habitación quién era Dumbledore.

–Bien, Debemos quitar esas caras largas, Debemos seguir con la misión.

¿Enserio? Habla así de un niño, Draco es un niño igual que Hermione, Ron o Harry.

–Remus...

Sentí un apretón en mi mano, mire a dónde estaba Sirius y suspire, debía calmarme, no debía ser tonto.

–La misión ahora es hacer este lugar libre de Mortífagos, barreras de magia, Trasladores de emergencia, para proteger a Harry, si algo llega a pasar habrá un traslador que  llevará directo. Hogwarts.

–Ok.

–La señorita Granger vivirá acá hasta que todo acabé, Deben apreciar su valentía de borrarle la memoria a su familia Muggle, para poder ayudar a Harry.

Asentí y le sonreí levemente a la chica nombrada, no quería abrir mis labios, sabía que si lo hacía podían pasar dos cosas.

Podía gritar e insultar a Dumbledore.

O

Podía llorar, ser un mar de lágrimas.

Esa noche Hermione y Ron se quedaron, en la habitación de Harry, yo preferí quedarme con Sirius, no podía Volver a entrar a la habitación de Draco y saber que las sábanas están frías desde hace un mes.

Tal vez lo mejor era dejarlo pasar, o buscarlo, pero si lo buscaban pondrían en peligro a Harry que a pesar de todo era un niño también, no podía abandonarlo, sabía que si me iba, Sirius vendría detrás y Harry también, debía ser fuerte y no llorar o no llorar en público.

Ahora estaba rodeado los brazos tatuados de Sirius, Me hundí en su cabello negro, Llorando sobre este, Era reconfortante, era hermoso como el intentaba no llorar y mantenerse fuerte pero sabía que le dolía, las mañanas se la pasaba encerrado en la sala de duelo hasta que lo vamos a buscar.

El lugar era el lugar donde Sirius podía liberarse, dónde podía llorar, Harry Lloraba en su habitación y yo en los brazos de Sirius.

No era fuerte, nunca lo fue o no lo suficiente para afrontar más perdidas, ya te iba suficiente con la de James y Lily.

No quería afrontar la de Draco, no quería que un día el profeta diga.

Noticia de última hora, el heredero de la sagrada familia Malfoy a Sido encontrado asesinado.

Oh no quería leer el mismo anuncio, no quería leer el mismo anuncio que leyó el día que encontraron el cuerpo de Regulus, no eran cercanos pero era un niño, un niño sin protección, El niño que más amo Sirius, su pequeño Hermano había muerto a la edad de 18 años, Había muerto Ahogado después de meses desaparecido.

No quería ese destino para mi niño, Draco era mi niño desde el primer momento que se abrió conmigo, era tan parecido a Regulus que daba miedo soltarlo, daba miedo que un día lo soltaran y el se ahogara como Regulus.

Tenía miedo de que un día leer la muerte de Draco, sabía que no era el único.

Sirius siempre devia que Draco era muy parecido a Regulus, su personalidad era calmada y sombría como la de el Rubio, Hablaban de todo y nada, Parecía que Sirius veía a Regulus a través de Draco, como hace con Harry.

El afrontaba el dolor como podía, pero debía saber que Harry no es James y Draco no es Regulus.

Pero, cómo podía decirle eso cuando yo mismo veo a regulus a través de Draco, se que no soy el único y Sirius tampoco.

Era doloroso.

¿Te quedarás conmigo? (Terminando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora