💭┊ೃ Cuando eres la perfecta definición del omega imperfecto, pierdes todo pensamiento positivo de algún día encontrar al amor de tu vida. Lee HeeSeung tiene veinte años, un hijo de tres y un lazo roto debido a su ingenuidad. ¿Qué alfa querría enc...
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La mano de HeeSeung entrelazó sus dedos con la mía y le regalé una rápida mirada, asintiendo con la cabeza, tratando de darle toda la seguridad posible.
"Este juzgado concluye que, ante las tradiciones ya conocidas por nuestra sociedad, impuestas desde tiempos remotos y basadas en regímenes variados según el género, además de creerse que un pequeño puede crecer mejor en un entorno de madre omega y padre alfa, lo más conveniente es que la tenencia del menor, Lee JungWon, sea entregada a su padre alfa biológico, Cha ChunHo."
"¿Qué?" Mi pequeño omega mordió su labio, temblando después de haber oído al alfa decir eso. HeeSeung soportó tantas cosas, se mantuvo firme a pesar de todo, pero luego de esas palabras, sentí que su corazón se detuvo por un segundo, antes de latir con fuerza, totalmente asustado y devastado. Mi brazo, sin poder evitarlo más, rodeó su cintura, acercando su silla y atrayéndolo hacía mí, aferrándome a él para que no se dejara vencer. "Jay... Él dijo..."
"Aún no acaba." Le interrumpió YeonJun, captando nuestra atención. "Él va a seguir leyendo, HeeSeung."
"Teniendo conocimiento de que el alfa nombrado tiene derecho al menor por ser su padre biológico." El viejo tomó aire, antes de seguir. "Sin embargo." Miró hacía el público, olvidándose de sus hojas por un momento. "Ante las pruebas y mi juicio personal, incluso desde mucho antes de mi charla con el agradable menor, no puedo estar más convencido al reconocer los sentimientos del omega, Lee HeeSeung, por su hijo, como el amor más puro que he podido apreciar, habiendo vivido ya 67 años." Ahora él se concentró en mirar al bastardo de ChunHo. "Yo fui testigo del momento en que pasó por el pasillo cuando JungWon estaba haciendo un alboroto, sin embargo, no le importó y siguió tu camino, sin darle ni una mirada al pequeño." ChunHo separó los labios, pero al instante el juez habló de nuevo, restándole importancia a la rabieta del alfa. "Así que, para culminar con esto y poder volver al hogar lleno de amor en el que vivo, donde mi omega es la dueña de todo y yo solo soy su humilde y fiel esclavo, nada más me resta decir, que, si algún día ella es golpeada por un alfa y traída ante mi tribunal, no voy a defender al alfa por ser un estúpido que golpeó a quien amo. Creo que la gente tiene que empezar a replantearse el valor moral de cada persona." Él sonrió orgulloso y alzando su mazo, tomó el aire suficiente. "Le cedo la completa tenencia del menor, Lee JungWon, a su padre, Lee HeeSeung, porque sé que no habrá un mejor lugar donde ese pequeño pueda estar más que con su familia, en su hogar. He dicho, este caso está cerrado."
El golpe del mazo contra la madera fue lo que hizo falta para que HeeSeung se lance a mis brazos y sus besos llenen mi rostro. Emocionado, me levanté y lo senté sobre la mesa, acomodándome entre sus piernas. Sus manos se colocaron en mis mejillas y las mías en su cintura.
"¡Lo hicimos! ¡Lo hicimos, Jay! ¡Lo hicimos!" Repetía una y otra vez, contagiándome de felicidad y compartiéndole la mía, escuchando después los pasitos acelerados de JungWon, lanzándose sobre mi pierna, aferrándose a la tela de mi pantalón.
