especial "pasado"

3.4K 340 15
                                    

Desde el primer instante en que abrió los ojos al mundo, Alex supo que su existencia sería difícil. Sentía, en lo más profundo de su ser, que su vida estaría marcada por una dualidad constante. **Había nacido de lo malo y lo bueno**, como si su propia esencia estuviera dividida entre dos fuerzas opuestas que no dejaban de luchar dentro de él.

Despertó en el suelo, con el cuerpo pesado y los sentidos desorientados. La luz que se filtraba a través de las copas de los árboles lo cegaba, obligándolo a entrecerrar los ojos para protegerse. Con esfuerzo, levantó una mano temblorosa y la miró. **Sus dedos eran largos, finos, y su piel, casi translúcida, tenía un tono pálido que reflejaba la frialdad que sentía en su interior.**

Con una mezcla de dolor y confusión, Alex se levantó del sueño que lo había arrastrado hasta ese lugar desconocido. **Al observar su entorno, se dio cuenta de que estaba en medio de un bosque espeso y sombrío.** Los árboles altos y retorcidos lo rodeaban, como si fueran guardianes silenciosos de secretos antiguos, y el suelo bajo él era áspero y húmedo, cubierto de hojas secas. Sentía que algo en este lugar no era natural, como si lo hubiera llevado hasta ahí una fuerza que no alcanzaba a comprender.

Intentó ponerse de pie, pero su cuerpo no respondía del todo. Las piernas le temblaban, como si la energía le hubiera sido drenada, dejándolo sin fuerzas. Solo pudo sentarse, envolviendo sus piernas con los brazos, y sintió cómo el miedo y la desesperación lo envolvían. **Abrazado a sí mismo, cerró los ojos, buscando algo de consuelo en la oscuridad interna.**

En medio de su confusión, algo irrumpió en el silencio del bosque. **Una voz suave, baja, pero llena de preocupación se acercaba desde la penumbra.** El sonido de aquella voz hizo que el corazón de Alex se acelerara, latiendo con fuerza contra su pecho. Nervioso, abrió los ojos y lo vio.

**Era una figura indescriptiblemente hermosa.** El ser que tenía delante no podía pertenecer a este mundo, eso lo sabía con certeza. Sus ojos lo escrutaban con una intensidad que lo dejó sin aliento, y su presencia irradiaba una energía que Alex nunca había sentido antes. No era miedo lo que lo invadía, sino una mezcla de asombro y reverencia. El ser avanzó hacia él con pasos ligeros, como si flotara sobre la tierra.

**Era majestuoso, de una belleza casi aterradora.** Su piel tenía un brillo tenue, casi etéreo, y su cabello caía como una cascada oscura sobre sus hombros. Había algo en su rostro, en sus ojos, que parecía comprenderlo sin necesidad de palabras, como si pudiera ver a través de él, como si supiera todo sobre su dolor y confusión.

Alex, sintiendo una ola de nervios que lo sobrepasaba, retrocedió un poco, intentando poner distancia entre él y aquel ser. **Pero el ser alzó una mano lentamente, en un gesto calmado y pacífico.**

—No temas —dijo la voz profunda, resonante, con una calma que hizo que los temores de Alex se disiparan al instante.

A pesar del miedo que lo asaltaba, Alex no pudo evitar cerrar los ojos cuando vio que el ser se acercaba aún más. **Esperaba el impacto, el dolor, o quizás algo peor.** Pero lo que sintió fue algo completamente distinto. Un suave toque recorrió su mejilla, tan delicado como una pluma. **Aquella mano era cálida, casi reconfortante.**

El tacto lo sorprendió. **Nunca antes había sentido algo así: una caricia tan llena de gentileza, como si el mundo entero se hubiera detenido para ese momento en particular.** Alex, que había mantenido su cuerpo rígido por el miedo, se permitió relajarse poco a poco bajo aquel contacto. No sabía por qué, pero había algo en ese ser que lo hacía sentir a salvo, como si todo su sufrimiento y confusión no importaran más.

El ser retiró su mano, como si estuviera a punto de alejarse, pero Alex no lo permitió. **Instintivamente, levantó su propia mano, pálida y temblorosa, y la colocó sobre la del ser.** No quería que ese toque terminara. No quería perder ese calor que había encontrado. Sostuvo la mano entre las suyas, cerrando los ojos de nuevo, aferrándose a esa sensación como si fuera lo único que le quedaba en el mundo.

Angel-demonio --hazbin hotel--malereaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora