37; ¿la verdad o la mentira?

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MI CIELO PELIRROJO;

Días después...

Pov Julissa

Después de pensarlo varios días decidí venir a Vancouver y ahora aquí estoy, acabamos de aterrizar, al bajar del avión un señor se acercó a mí por lo que quité mis audífonos 

xx: ¿Julissa Jones? — preguntó y yo asentí. — solo para informarle que su auto se encuentra en el estacionamiento y que después de recoger su equipaje un empleado la llevará hasta su vehículo.

Julissa: muchas gracias. — respondí y el asintió para después irse, entonces volví a colocarme mis audífonos y seguí mi camino para recoger mi equipaje, al llegar al lugar esperé mis dos maletas y al tenerlas fui junto al chico hasta mi auto, al llegar subí mi equipaje al maletero y después de agradecerle al chico comencé a conducir hacia mi antigua casa

Me siento rara estar manejando por estas calles pero que todo sea diferente se siente un poco nostálgico e incluso gracioso, ¿dije lo mucho que amo mi auto? Pues lo amo, quería mucho a mi antigua camioneta, pero era muy lenta, ahora en un abrir y cerrar de ojos llegue a mi casa, es increíble.

Al estacionarme, hice todo el procedimiento, bajé, saqué mis cosas, cerré y entré a la casa, al entrar mi padre enseguida me abrazó, seguido de él fue mi madre y a lo último Eva, si, ellos habían regresado.

Julissa: ire a bañarme. — dije y ellos asintieron, agarré mis cosas y subí a mi antigua habitación, la cual estaba tal cual la había dejado, después agarré ropa y entré a hacer mi aseo, salí ya vestida, como hace frio me puse un conjunto Nike de color negro, es un pantalón de tela, una sudadera y converse del mismo color.

agarré mis llaves, mi teléfono, mi cartera y volví a bajar, encontrándome con mi padre, mi madre, Eva y ahora también estaba Simón, el cual saludé.

Julissa: voy a comprar cosas que necesito para mis tareas, regreso más tarde. — dije y ellos asintieron

Tom: ¿necesitas dinero? — preguntó y yo sonreí

Julissa: no, papá, gracias, recuerda que ya trabajo. — respondí y el asintió con una mueca

Barbara: conduce con cuidado y no vayas tan rápido en ese auto del demonio. — dijo y beso mi cabeza por lo que sonreí y asentí, después emprendí mi camino hacia el lugar que tenía que ir

Narrador omnipresente

Julissa después de comprar lo que necesitaba, fue y se estaciono fuera de un McDonald's, ya que había hecho un pedido, se acercó al mostrador y ahí espero unos minutos, al estar en su mundo no se dio cuenta que su antiguo grupo de amigos estaba en el mismo local.

Mi cielo pelirrojo/ Sadie SinkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora