Cap 4

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Al día siguiente se llevó a cabo una ceremonia de celebración por haber terminado la guerra, en ese momento, varias pantallas se mostraron en todas partes del imperio donde el rostro y voz del emperador se proyectaba a la vez

- ¡estimados ciudadanos de Arabela, escúchenme! – la gente guardo silencio y voltearon a ver la pantalla - ¿recuerdan...? ¿...lo que ocurrió ese fatídico día hace ocho años? – gritando prosiguió - ¿Cuándo el ejército de las islas Orian inicio aquel ataque brutal, nos arrebató nuestras tierras y mato a nuestros ciudadanos? – el pueblo grito eufórica - ¡sin embargo nuestro gran creador, Astotelia, nos concedió su gloria y nos ordenó que retomemos las tierras que nos robaron! ¡es por eso que hoy les anuncio que seguimos sus órdenes y recuperamos con éxito las tierras que le pertenecen a Arabela de manera legítima! ¡bajo la protección de Astotelia, el sol jamás dejara de brillar el imperio de Arabela!

Todo el mundo festejaba y celebraba las pablaras del emperador mientras que, se preparaban para otorgar el emblema de honor

- Magnifico discurso Emperador – dijo al llegar Sofia vestida de caballero – bajo la protección de Astotelia el sol jamás dejara de brillar para el imperio, la diosa concuerda con sus palabras – decía mientras saludaba como un caballero

- Sofia, un gusto que puedas venir, te tengo una sorpresa – decía el emperador feliz de ver a la pelinegra

- No tiene que molestarse, con poder estar presente me resulta suficiente – dijo con una pequeña sonrisa antes de que los interrumpieran

- Yo, Ariana de Secramise, primogénita de Roserice de Secramise madre de Arabela, saludo a Jaider de Secramise, emperador de Arabela

"te faltar tus abuelos"

"y a esta quien le pidió sus antecedentes"

Dijeron un par de dioses que se escucharon a reír por sus comentarios, mientras que la chica aguantaba la risa haciendo que Ariana levantara la vista viéndola mal

- Oh mi querida hija ¿Qué te trae por aquí? – se acercó embobado el emperador mientras la chica se acercaba a saludar a Bavilo

- Vine a pedirle un favor, padre – dijo orgullosa Ariana

- Claro, ¿Qué necesitas?

- Escuche que vendría el héroe que nos llevó a la victoria ¿podría yo, Ariana, tener el privilegio de otorgarle el emblema? – sonrió confiada mientras hacia una reverencia al emperador

- ¡como!.... – grito Bavilo, pero pareciendo tragarse el enojo al ver a la chica a su lado – ese derecho le corresponde al emperador – dijo más tranquilo, incluso si el no entrega el emblema es la Santa, quien debería entregar el emblema – dijo firme

- Pero porque habría de ser ella, es solo una petición que hago a nuestro padre – desafío Ariana a Bavilo, ella esperaba otra reacción de su parte

- Silencio, parece que olvidaron quien tiene enfrente – dijo enojado para después ver a Bavilo – Sofia no entregara el emblema – dijo serio – porque ella también recibirá un reconocimiento

Los tres lo vieron sorprendidos, en su primer vida Sofia, no había recibido ningún reconocimiento ya que no querían dar la idea que la iglesia influyera en el palacio, pero esta vez por decisión del emperador recibiría un reconocimiento, el reconocimiento que ella se merecía

- Pero padre, ella es una santa, no necesita más reconocimiento – decía Ariana tensa intentando mantener la sonrisa

- ¿no lo necesita? – volteo a ver a Ariana – peleó como cualquier otro guerrero, puso en riesgo su vida más de una vez, para salvar a los soldados y ciudadanos de este imperio, sus estrategias y habilidades fueron fundamentales para recuperar las tierras que nos robaron, hay mucha personas que deben su vida por ella ya que los salvo usando su magia y poder sagrado y entre ellos estoy yo, ¿acaso el reconocimiento del reino no es algo que merece? – dijo serio viendo Ariana, como nadie nunca lo había visto, ya que siempre que estaba presente Ariana la sonreía y la trataba con amor

La hija de Astotelia - Las joyas de la princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora