So love

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Advertencias: percy jackson AU | cambio de edades Yuuji 15, Satoru 16 | fluff (?)


El chirrido de la maquinaria se reproducía cada vez más cerca, un rebote constante y molestó que se extendía por los pasillos del laberinto impidiéndole localizar la fuente. Tampoco que importase mucho, el escaso espacio de los pasillos volvía cada una de sus técnicas impredecibles: tanto podían salvarle, tanto podían hundir a la mitad de Tokio sobre él.

Chasqueó la lengua con irritación, maldiciendo el tiempo libre de Hefesto y su basta imaginación. Y su buen trabajo, claro, porque incluso sin la venda, sus ojos se veían restringidos a las paredes de material divino.

El suelo de metal tembló bajo sus pies ante el peso del autómata (un enorme toro mecánico que lanzaba fuego por sus fauces, porque claro, Hefesto no podía hacerlo sencillo), y el olor a grasa se intensificó cargando con él un algo más ligero que era casi dulzón y que en su conjunto lograron marearlo.

Regresó una vista rápida a sus espaldas percibiendo una sombra robusta que abarcaba todo el espacio del pasillo. Se movía torpe pero rápidamente, y el calor que desprendía empezaba a sofocar el poco aire a su alrededor.

Volvió a maldecir, esta vez agregando el nombre de cualquier divinidad que recordaba y, de paso, el nombre de Suguru quien era, después de todo, quien le había elegido para su búsqueda.

Regresó la vista al frente planeando una vía de escape, pero entonces, el panorama cambió drásticamente.

Detuvo sus pasos, observando confundido el cielo nocturno sin luna, cargado en su lugar de nubes espesas que pintaban de un azul oscuro todo fuera de la terraza en la que ahora se encontraba. Las pequeñas luces del barandal titilaban blancas confundiéndose entre la neblina como si estuviesen vivas, bailaban con su reflejo en el cristal de la mesa apenas decorada.

La mujer sentada frente a esta le regresó una mirada divertida, jugando con la taza de té en sus manos. "Bienvenido, hijo de Zeus."

Confundido por lo que sus ojos veían, alargo el proceso de acercarse. Ella era... hizo una mueca molesta.

Era deslumbrante, como un sueño. Hermosa como nadie y, al mismo tiempo, como todos. Su cabello castaño pasaba rápidamente al rubio, al pelirrojo y a todos los colores y formas; su piel, su porte, cada rasgo se perdía en un sin fin de ellos.

Ella reflejaba la atracción y el amor, y todas las formas infinitas que estos podían tener.

"Afrodita." Susurró.

"Un gusto, semidios." Incluso su voz era diferente ahora: más grave y menos sería.

"¿Ah, la diosa del amor? ¿A qué debo el placer?" ella debió captar el sarcasmo oculto, pues su mirada, ahora de un ámbar oscuro, se entrecerró en molesta diversión.

"Creí que te gustaba ser el centro de atención." Ofreció con un movimiento de manos el lugar frente a ella, alargando el silencio a propósito antes de continuar. "Has sido bastante llamativo para todos en los últimos días. Tu pequeña disputa con Ares fue... interesante."

"¿Por qué le interesaría mi disputa con Ares?" dijo con inocencia fingida, tomando el lugar frente a ella. "Ohh, cierto~ Tranquila, señora, Ares no es mi tipo."

Ella soltó un resoplido molesto. "¿Entonces cuál es tu tipo?"

Inclinó la cabeza a un costado, como si lo estuviese pensando y observó el vacío que parecía infinito bajo ellos. "Yo, de hecho."

"Eso es muy osado incluso para ti. Y no me lo creo."

"No se ofenda, señora, pero no me importa. En realidad, creo que prefiero regresar al laberinto. Como que no le di la oportunidad debida a ese toro mecánico. Podríamos habernos llevado bien y todo."

Closer | GoYuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora