LOS WEINBERG

CAPITULO 8

[...]

El pasillo estaba iluminado por majestuosas lámparas de araña que arrojaban destellos de luz dorada sobre el suelo de mármol pulido.

Al llegar al cuarto de Duncan, la magnificencia del lugar se hizo evidente. El mobiliario era elegante y refinado, con sillones tapizados en terciopelo y cortinas de seda que ondeaban suavemente con la brisa. Una chimenea de mármol blanco dominaba una esquina, añadiendo un toque de calidez y encanto a la estancia.

Las paredes estaban adornadas con pinturas al óleo y esculturas exquisitas, cada una contando una historia única y atrayendo la mirada con su belleza atemporal. En un rincón, un piano de cola reposaba majestuosamente, listo para llenar el aire con melodías cautivadoras.

La luz proveniente de candelabros de cristal bañaba la habitación en un resplandor suave y acogedor, creando un ambiente sereno y acogedor. El cuarto de Duncan era un oasis de elegancia y sofisticación que reflejaba su personalidad cálida y acogedora en medio del esplendor de la mansión.

Me quedo con la boca abierta.

-Que hermoso cuarto de huéspedes-solté y el respondió.

-oh gracias, pero no es de huéspedes es mi cuarto.

Me sentí confundida

-¿dormiré en tu cuarto? -pregunte nerviosa ¿con.. Contigo?.

Se sentó en su cama, y hizo una pose pensativo.

-¿tu que crees Noe? ¿Quieres dormir conmigo?-sus palabras fueron una insinuación que me dejó atónita.

Si estuviera bebiendo algo ahora mismo de seguro estaría expulsando el agua, por la insinuación de la pregunta, la tensión en el aire era palpable y me encontré luchando una respuesta adecuada, mis pensamientos se agitaron como hojas en una tormenta interna, finalmente decidí negar con la cabeza, incapaz de ocultar mi incomodidad.

-¿Segura? Soy muy amable en la cama -mientras me da una mirada juguetona que hizo que mis mejillas ardieran más intensamente.

Joder hacer calor en este lugar, y llego asentir.

-Tranquila solo estaba jugando, eres tan linda.

Me sentí confundida por el repentino cambio de Duncan.. Mis emociones se agitaron como un torbellino pero al ver la sonrisa cálida en su rostro intentar ignorar las palpitaciones nerviosas de mi corazón.

-pero aún así es raro que traigas a tu cuarto a una chica que apenas conoces - dije con timidez.

-tienes razón, pero como te dije antes me caes bien, y pocas personas lo hacen, así que ponte a gusto -sentí una calidez en mi corazón y inexplicable,por solo escuchar eso y continuo - y yo dormiré en unos de los cuartos de huéspedes.

-eso no es justo este es tu cuarto, deberías dormir en el y yo dormir en el cuarto de huéspedes es lo normal ¿no? -respondí con inseguridad

-sip, pero no quiero, quiero que estés en esta ¿te molesta?-me pregunta mientras sonreía y daba palmaditas en su cama para que me sentara .