𖹭⠀࣭⠀uno

1.1K 56 5
                                    

La biblioteca era un lugar muy pacífico para Guiu, no había ruido ni nada que lo moleste. Ni un Héctor que esté intentando besarlo o abrazarlo a cada rato. 

No es que odiase a su pequeño novio, era muy pegajoso y él no era tan afectivo. Pero era muy celoso cuando Fort era cariñoso con otras personas. Tenía miedo de lastimarlo. 

—Marc —la voz de su novio hizo que cierre los ojos, haciéndose el dormido—. Oh... ¿Estás durmiendo de verdad? Marc. 

Se sentó en el regazo de su novio para abrazarlo. 

—Hoy ha sido un mal día, la profesora me echó de su clase por culpa de Lamine, no me cae tan bien esa chica —contó. El más alto solo seguía haciéndose el dormido—. No me estás prestando atención... Nos vemos en el receso. Iré con Ferran. 

Deshizo el abrazo para observar una vez más a su pareja, tenía sus lentes puestos y la ropa negra le favorecía. 

Marc con tan solo escuchar Ferran abrió los ojos y tomó del brazo a su novio haciendo que este vuelva a su regazo. 

—No vayas con Ferran, sabes que no me gusta —fue lo que dijo antes de envolverlo en un abrazo provocando un sentimiento de calidez en el pecho del más bajo. 

Héctor sonrió pasando sus brazos al rededor del cuello del más alto para apegarse más a él. Aspiraba el aroma del chico pelinegro, era simplemente exquisito, lo bueno de abrazar a Marc era que su perfume se quedaba impregnado en su ropa. 

—¿Entonces por qué me ignoras? ¿acaso no me quieres? —preguntó con un leve puchero mirándolo fijamente a los ojos. 

—Eh... Sí lo hago, pero sabes que no me gusta cuando estás con Ferran, eres muy pegajoso con él, más de lo que eres conmigo —se quejó—. Es incómodo verlos abrazados cuando estoy presente. Me ignoras cuando estás con él. 

—Es mi mejor amigo, lo quiero mucho y lo aprecio. Yo no te digo nada cuando Pedro se te cuelga y no te suelta —respondió—. Eres cariñoso cuando te conviene. 

Fort se sentó a su lado cruzando de brazos. A veces se sentía culpable de ser muy cariñoso con los demás. 

—Lo siento —se disculpó el menor. 

—No te preocupes, amor, y lo siento por ser tan idiota contigo. 

very sticky ★ guiufortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora