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Los golpes duros a la puerta despertaron a Roier de su profundo sueño. Con pereza y poco enojo se levantó a abrir ya que sabía que era Cellbit.

-Hola .-Al abrir la puerta le habló la persona que estaba junto a Cellbit, cargado en brazos.-Mi nombre es Tarik, sólo vine a traerlo a casa, no quería que se viniera solo y en esas condiciones.

-Gracias por cuidar de él.

-No hay de qué.-Roier agarró el brazo del castaño y lo atrajo hacia él, mientras este se tambaleaba.

-Cuida bien de Cellbit.

-Lo haré.-Ambos se despidieron y Roier cerró la puerta llevando al castaño al baño.-Vamos a bañarte.

-Eres un tonto, Joel. -Exclamó Cellbit.

-¿De qué hablas?

-¿Por qué me alejaste de ella?  .-Lloriqueo. Y ahí fue cuando recordó las palabras del castaño sobre no hacerle caso.

Lo metió a la ducha con cuidado, sólo le quitó sus zapatos, al salir busco ropa para que Cellbit se cambiará y este hacía mucho caso.

-Bueno, al menos no eres tan terco .-Sonrió.

Cuando Cellbit se cambió se acostó viendo a Roier que estaba sentado a lado de él.

-Oye .-Cuando Roier se levantó, le habló. -Quédate.

-Tengo que ir a dormir.

-Por favor.-Suplicó.

-Bien, sólo hasta que duermas.

-Claro .-Sonrió.

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Pasaron unos minutos en un incómodo silencio y el castaño seguía sin dormir. Algo que desesperaba a Roier, porque ya quería dormir.

-Acuéstate. -Le habló al notar que el Roier estaba muerto de sueño.

-No, duerme Cellbit.

-No tengo sueño y no quiero que estés así sin dormir, duérmete, ven .-Alzó las sábanas para que el pelinegro se metiera entre ellas y así hizo.

-Estás frío, Cellbit.-Susurró al sentir las manos del otro en su brazo.

-Lo sé, siempre hace frío en este cuarto.-Rió.-Gracias por cuidarme.

-No hay de qué .-Cerró sus ojos dispuesto a dormir.-¿Se te paso la borrachera? .-Preguntó curioso.

-No, todavía sigo un poco. Pero estoy consciente de lo que hago...

-Bien .-Se giró quedando frente a Cellbit aún con los ojos cerrados.

-Roier~ .-Le habló con ternura.

-¿Mmmm?

-Gracias .-Sonrió.

-Mju. -Estaba empezando a caer dormido de nuevo. Cuando sintió la respiración de Cellbit cerca suyo, pero igual no hizo nada.

Abrió los ojos tratando de ver que hacia Cellbit y notó que este lo estaba viendo detalladamente.

-¿Tengo algo? .-Preguntó.

-Si, perfección.

-¿De qué hablas? .-Rió.

-Tu rostro es perfecto, tus ojos, tus labios, tu nariz, quiero ser igual que tú.

-Eres incluso mejor que yo, ahora duerme.

-¿Puedo besarte? .-Ante esa pregunta Roier abrió los ojos más de lo normal.

-¿Qué...?

-¡Perdón! ¿Puedo abrazarte? .-Corrigió.

-¿Para qué?

-Si tengo mucho frío .-Y era verdad, Roier notó el pequeño temblar de sus labios, lo jaló hacía él y lo abrazó.

Cellbit estaba muy frío y Roier no lograba saber el porqué.

-Te veías muy bien hoy.-Susurró.

-Muchas gracias.-Sonrió aferrandose a la cintura del contrario. La camisa de Roier se había alzado un poco y cuando las manos frías de Cellbit tocaron su espalda hizo un pequeño quejido.

-Perdona. -Se alejó.

-Esta bien .-Lo volvió a acercar.

-Buenas noches, guapito.

-Buenas noches, tonto.

-Gracias .-Ambos rieron.

Poco rato después quedaron profundamente dormidos, aún abrazados. El frío se había ido por completo de Cellbit al abrazar al pelinegro, y eso lo hacía sentir tan bien...

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