La princesa y su conejo.

Capitulo 1.

Después del incidente en Knossos y el paso de Elegia, muchas de las familias involucradas se estaban tomando un descanso muy necesario. Desde curar a los heridos hasta reunir suministros para la próxima inmersión en la mazmorra o simplemente celebrar. No muchos desafiaban la mazmorra en ese momento. Excepto ciertos miembros de la familia Loki.

Aiz, Lefiya, Tiona y Tione estaban en la Capital del Agua. En ese momento estaban terminando de luchar contra unos monstruos arpías que los atacaron en uno de los bordes de un acantilado. Estaban tratando de reunir algo de dinero antes de que sus armas necesitaran reparaciones, como el Desperate de Aiz. Como todos han pasado por aquí tantas veces, estuvieron charlando mientras terminaban.

"Entonces, ¿cuánto necesitamos para ti, Aiz?" Preguntó Lefiya mientras comenzaba a recoger todos los núcleos de los cadáveres de los monstruos.

"Otros 40 millones", murmuró Aiz mientras miraba hacia otro lado avergonzada.

"Bueno, por supuesto que va a costar mucho, lograste dañar un arma de Durandal". Tione bromeó mientras miraba a su hermana. "¿Qué estás haciendo idiota?"

Tiona los ignoraba y miraba a lo lejos las Grandes Cataratas. Lefiya, que vio esto, suspiró y luego continuó la conversación con Tione.

"No podremos reunir tanto sólo de los niveles inferiores".

"Es cierto, pero hoy no podemos profundizar demasiado. Todavía tenemos que prepararnos para la fiesta de celebración de esta noche".

"Oh, es cierto, lo olvidé. Vamos a ir a Benevolent Mistress. Pero espera, ¿por qué estamos aquí abajo si no es como si necesitáramos el dinero ahora?"

Ante esa pregunta, Tione sonrió y la miró.

"Bueno, has estado deprimido desde la redada, así que esta fue la forma en que Aiz te animó antes de la fiesta". Ella explicó alegremente.

Cuando escuchó eso, miró a Aiz en estado de shock. Aiz la vio y miró hacia otro lado antes de decir: "Estaba un poco preocupado".

Cuando Lefiya estaba a punto de responder, Tiona interrumpió con un grito.

"¡Lo sabía!" Ella gritó. "¡REI POR AQUÍ!"

"Idiota", espetó su hermana. "¿Estás tratando de que todos los monstruos se fijen en nosotros?"

"¡Pero mira, es Rei!"

Cuando escucharon ese nombre todos miraron hacia donde Tiona gritaba. A lo lejos, cerca de las cataratas, había una arpía dorada que volaba sola. Cuando la arpía escuchó el ruido miró a su alrededor antes de verlos. Después de pensar por un momento, voló en círculo y luego se sumergió en una cueva cercana.

"Vamos chicos." Tiona se hizo cargo y se dirigía hacia Rei.

"Espera, todavía tenemos que regresar. ¿Por qué vamos más lejos?" Tione preguntó a pesar de que estaba persiguiendo a su hermana.

"Rei nos está esperando, vamos a saludarnos muy rápido". Luego, recordando a todos los demás, se gira y pregunta: "¿Está bien?".

Todas las otras chicas se miran y suspiran, luego la siguen hasta la arpía.

—

Después de correr a toda velocidad, llegan rápidamente a la cueva y ven a Rei sentada en una roca. Cuando la arpía los ve sonríe feliz. Tiona corre y la aplasta en un abrazo.

"¿Hola, qué tal estáis todos?" Rei los saluda después de que Tiona termina de abrazarla. Tione, que estaba cerca de ella desde que salvó a Finn, respondió.

"Estamos bien simplemente matando algo de tiempo. ¿Qué hay de ti? Pensé que los Xenos se habrían escondido más profundamente".

"Ah, lo estamos, solo estoy comunicándome con el cuidador Xeno de esta área antes de ir a nuestra próxima aldea".