Cálido amanecer (13)

253 23 0
                                    

- Si formas parte del grupo, tienes derecho a opinar sobre él. Y asentir por compromiso para no tener que preocuparte porque te miren mal no es dar tu opinión.

- ¿Tú no te has dado cuenta de cómo me miraron, no?- negó con la cabeza.- ¿Tú no te das cuenta de nada o qué?

- Luis...

- No, Luis no. El del tatuaje falso me miró como si fuese a matarme si abría la boca y el otro no estaba conforme con mi presencia. Me estaba ahogando con su olor. No puedo con eso, y no quiero ser parte de eso.

- No quieres ser parte de nada...- negó lentamente con la cabeza...- ¿Cuál es la parte que no comprendes de que—?

- ¿¡Qué!?- se levantó de la silla enérgicamente, dejando el libro, dejando todo ahí.

Un siseo irrumpió su inicio de discusión. Los dos se giraron hacia la bibliotecaria que los miraba fijamente y casi fulminante.

- Si van a pelearse, que sea en el patio o las afueras de la escuela, pero aquí no. Hay gente que intenta estudiar y por vuestra culpa no puede hacerlo.

- Lo siento... Él ya se iba.- Paul lo incriminó con la mirada.

- Más os vale que no haya más peleas.- siseó de nuevo; alejándose por el pasillo.

Hubo un muy corto receso de silencio antes de que Paul cortarse el aire con algo más que su mirada amenazante.

- No puedes echarme así.

- Déjame solo. Quiero leer...

- No voy a permitir que me eches así simplemente porque seas un asocial que necesita estar solo para sentirse completo.

- Falso.- entrecerró los ojos.- Quiero estar solo porque me irrita tú presencia.

- ¿Y eso por qué?

- Porque no me dejas leer. Ahora lárgate.

Paul entrecerró los ojos al ver aquella ridícula distancia que no entendía de dónde había salido o porque, pero cedió y acabó girando sobre sus talones para alejarse por el pasillo. Solo volteándose a verle unos segundos.

- No me busques.

- No lo voy a hacer.- respondió de forma furtiva.

Cuando Paul desapareció, Luis borró toda la expresión de su rostro. Aunque su mandíbula se tensó, no sabía porque el sentimiento de angustia era tan profundo si realmente se sentía aliviado por la liberación que había obtenido tras la marcha, aparentemente definitiva, de Paul.

¿Cuál era el problema si eso era lo que quería desde el principio?

Deshacerse de Paul era su objetivo inicial, poder estar tranquilo, poder leer en paz y que nadie lo irritase.

¿Por qué ahora tenía un sentimiento de "culpa" desgarrándolo por dentro?

Inspiró profundamente para calmarse y se sentó en la silla una vez más, frente al libro y retomó la lectura intentando no mostrarse culpable o resentido.

Mucho menos arrepentido.

Fueron cinco capítulos del libro hasta que sintió cierto grado de irritación en sus ojos y una iluminación distinta a la que estaba acostumbrado, así como un bostezo cansado que se le escapó de entre los labios le hizo palidecer de manera casi mortal. Cuando levantó la cabeza del libro, se dio cuenta de algo muy grave...

El sol estaba brillando, entraba por la ventana abierta radiando una calidez relajante. Muy a lo contrario, para Luis solo fue un quebradero de cabeza que le aceleró el aliento de forma alarmante. Agarró el libro y de un brinco saltó hacia atrás, sin tirar la silla, por suerte.

Ya había hecho demasiados estruendos en la biblioteca... No quería ocasionar otro.

Agarró la mochila, dejó el libro y salió casi corriendo de la biblioteca. Muchos se lo quedaron mirando extrañados por su presencia. Luis estaba más preocupado por qué el sol no tocase su piel a través de las ventanas y los pasillos más que por realmente atender a las miradas de extrañeza de todo el instituto.

Sí, había perdido la cuenta del tiempo y se había quedado más allá del amanecer en la biblioteca... ¿¡Qué tanto lo miraban por ello!? Seguramente serían sus ojos grises transparentes y porque era un vampiro recorriendo los pasillos en horario diurno...

Se detuvo casi como si se hubiera estampado contra una pared de cemento al ver que todo el pasillo que lo llevaba hasta su habitación estaba inundado de una escalofriante luz solar. Tragó saliva lentamente...

- Mierda...- susurró.

Por unos segundos casi se iba a lanzar impulsivamente contra el sol para correr y llegar lo antes posible, pero se acobardó en el último momento y sus piernas no se atrevieron a cumplir las órdenes.

Se quedó agachado en el pasillo, la espalda contra la pared y soltó un suspiro de desilusión, dejando caer la mochila a un lado, dándose cuenta de que estaría un buen rato allí, y el sueño lo empezó a pesar un poco, pero no tanto como el bombardeo de adrenalina que tenía en el cuerpo en ese momento.

Algunos pequeños golpes en la madera de una puerta, alertaron sus oídos, sumándose al olor de Paul, por supuesto; aquello lo hizo tensarse un poco. Por un momento incluso tuvo la tentación de salir corriendo, pero tampoco podía escapar a ningún lado, conforme más de día se hacía, más zonas del instituto estaban iluminadas, por lo que en poco tiempo se quedó ahí atrapado, en ese pasillo...

La única zona oscura, y por tanto, segura, que había podido encontrar...

- Luis...- los toques en la puerta naturalmente no fueron respondidos.- Si sigues despierto... Quiero disculparme...- hubo un momento de vacilación, los golpes de nudillos se detuvieron.- Por supuesto que está dormido, idiota, ¿No te das cuenta de que amaneció hace dos horas? Seré imbécil...- sacudió sus cabellos con un poco de desesperación.

Escuchó sus pasos por el pasillo después de otro momento de vacilación. Luis se encogió un poco al darse cuenta de que estaba a punto de tomar el pasillo aquel, iba a verlo aunque siguiera recto... Frustrado, decidió aceptar su destino, si lo tenía que ver, que no fuera en condiciones tan desesperadas, levantándose lentamente, con la mochila a un lado en el suelo.

Paul emitió un sonido sorprendente, como un gutural gimoteo y casi brincó hacia atrás del susto de no esperarlo ahí, mirándolo fijamente con los ojos bastante abiertos.

- ¿Luis?

- ¿Qué?- Paul se giró hacia su habitación, después lo volvió a mirar.- Estaba leyendo y se me fue el tiempo...- rodó los ojos.

Paul captó en ese momento por qué estaba allí... Por qué no se había ido ya a su habitación. El sol impactando en su piel y calentándola sutilmente a través de la sudadera...

____________________________________________________________________________

Aquí las opiniones ------------>

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos leemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

[1098 Palabras]

68.- Un romance interespecie (Gay / Homosexual)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora