Capitulo 4

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Agobiada por el sonido insistente de mi despertador, me di cuenta de que había apagado varias alarmas en mi sueño.

Un vistazo rápido a la hora me reveló lo tarde que estaba; mi clase había comenzado hace veinte minutos.

Con un suspiro de frustración me apresuró a vestirme, cogo mi mochila sin mucho miramiento a lo que había dentro, y sali corriendo de la habitación y pude observar que Samantha se había ido y no me despertó.

Entro al edificio /mi corazón latía/ no solo por el ejercicio físico sino también por la ansiedad de llegar tarde a la clase del Profesor Martínez, conocido por su seriedad y poco aprecio por las interrupciones.

Al llegar a la puerta del aula, me tome un momento para recuperar el aliento y componer mi aspecto lo mejor que pude.

Con la esperanza de que el profesor estuviera demasiado ocupado en su disertación como para notar mi entrada.

Abri la puerta con la delicadeza de quien maneja cristalería fina y di un paso adentro; intentando ser lo más sigilosa posible, Sin embargo, apenas había avanzado unos pasos cuando una voz clara y autoritaria cortó el aire, y me detuve en seco.

-Señorita Emma, qué bueno que se nos une finalmente.-dijo el Profesor Martínez ,deteniendo su explicación y poniendo toda su atención en mi.
Mientras un silencio incómodo se apoderaba del aula. Todos los ojos de mis compañeros se volvieron hacia mi, algunos con sorpresa, otros con un velo de compasión por la situación en la que me encontraba.

-Lo... lo siento mucho, profesor. No volverá a ocurrir- balbuceó;sintiendo cómo el rubor coloreaba mis mejillas.

- Espero que así sea.La puntualidad es una muestra de respeto hacia uno mismo y hacia los demás, algo que espero todos en esta clase puedan comprender y practicar- respondió el profesor; antes de continuar con la lección como si nada hubiera pasado.

Me apresuro a tomar asiento, deseando desaparecer bajo la mirada de mis compañeros.

Aunque el momento de tensión pasó y la clase continuó, supe que me tenía que esforzar al máximo por no volver a repetir ese incidente.  Y cómo si lo de antes no fuera suficiente sentía la mirada del chico de mi lado puestas en mi, la cual cambio mirando al profesor cuando se dio cuenta que lo noté.

-Pues claro que llegarías tarde- expreso el chico de al lado; lo cuál me descolocó un poco, primera vez que me hablaba y no entendía que decía.

-¿A que te refieres?- le pregunte,
mirándole a los ojos.

- Es más que obvio ¿ No crees? Te tomaste tu tiempo para combinar tu ropa, blusa blanca de rayas azules y amarilla y falda blanca con bolas verdes excelente combinación la causa de tu retraso está aclarada-

No supe que responder estaba nerviosa me vestí tan rápido que no sabía que me había puesto; /que horror porque todo tiene que pasarme a mi/

El chico esperaba una respuesta de mi parte pero prefiero  callar ya había pasado suficiente vergüenza como para pasar más.

Me concentre el resto que quedaba de clases para olvidarme de como estaba vestida y finalmente el timbre sonó para el receso. Estoy acomodando las cosas en mi mochila para salir cuando mi compañero se para y antes de salir me dice:

-Peinate "rarita" -
y se va con su sonrisa irónica.

Definitivamente no estaba peinada la verdad pero "rarita" si ni me conoce.
Me sentí en el receso sorprendida y algo dolida. Estaba acostumbrada a este tipo de trato por parte de los otros estudiantes, pero nunca había sido insultada de manera tan directa y despreciativa.

Por un momento me pregunte si debería responderle o simplemente ignorarlo. Al final, decido actuar con valentía y llamarle la atención.

Camino hacia el idiota y con un tono seguro le dije:

-¿Por qué dices eso? ¿Por qué crees que soy rarita?-

Al instante, el compañero se sorprendió y no sabía qué responder.Los otros estudiantes que estaban cerca escucharon la conversación y se detuvieron para ver qué sucedía.

-¿Sabes qué? _ continuo _ No me importa lo que piensen los demás de mí. Soy quien soy, y no tengo ninguna intención de cambiar ese hecho. Si no te gusta mi forma de ser, puedes irte y buscar a algún patán que te haga reír-

-¡Hey! habla bajo- me dice el chico; y me ala por el brazo para un rincón del pasillo donde no habían personas.

-Es solo que te veo un poco "rara"- me dice.

-¿Rara? ¿Y eso por qué?  ¿Por cómo me visto?-

-¡Exacto! ¿ Qué necesidad de vestirte con ropa que ni pegan y además un poco extraña?-

-¿Extraña? Mira no me di cuenta de cómo estaba vestida hasta q me lo dijiste tú pero no es problema tuyo así que déjame en paz "idiota"-

-¿Y tú que haces aquí? _finjo que pienso_ ¡ya se ! Para molestar a la gente y decir cosas sin sentido.-

-¡No te preocupes por mí! Solo me divierto a mi manera-

-¿Divertirte a costa de otros?Pareces un bully.-

-¡Ja, ja, ja! Si no te afectara ,no te molestaría.-

-¡Claro que me afecta!  No está bien tratar a la gente de esa manera.-

-Bueno, ¿y tú cómo te ves? ¿No eres un poco... "raro" también? ¡Eso no te da derecho a tratarme de esa manera!-

-¡Pero si es cierto!  ¿Cómo puedes justificar tu atuendo ?-

-¡Porque soy yo misma y no le debo cuentas a nadie!-

-¡Ja, ja, ja! A ver si te salvan esos argumentos cuando aparezcan los demás.-

(Sonido del timbre)

No pude responder teníamos clase, otra vez tenía que verle la cara a ese idiota / ¡qué culpa estoy pagando! ¡¡lo odio!!/







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