Era la cuarta noche de Diciembre y te encontrabas acostada bajo las cómodas y afelpadas sabanas de tu novio. Usabas su camisa y un short de piyama que no cubiria mas que lo necesario.
Hace unos días Owen te había sugerido (insistido) en pasar el fin de semana juntos en su apartamento de Londres, pues se acercaba una carrera importante y el necesitaba entrenar con su equipo.
No tuviste ningún problema en acompañarlo, querías volver a ver a tus amigos británicos aunque significara dejar por un tiempo tu nueva vida en Corea. Además, Owen no quería volver a dejarte sola, te había extrañado mucho y por tanto tiempo que no quería separase de ti nuevamente aunque sea solo por un fin de semana.
Eran las 11 pm cuando Owen regresó de entrenar, te dió un tierno beso en los labios en forma de saludo, ocasionando que una sonrisa apareciera en tu rostro.
No querías romper la corta distancia entre los dos por lo que decidiste posar ambas manos en el cuello de su camisa -¿Cómo te fue?- Owen soltó un suspiro antes de contestar -Hoy todos estaban más insoportables de lo normal, no dejaban de preguntarme por tí, especialmente Noah...- se alejó de tí con un puchero -Estoy seguro de que fuiste el único tema de conversación. Estoy tan celoso.- sonrió al final pasando su mano por su suave cabellera rubia, reíste ante sus palabras -Yo tamién los extrañé mucho.- expresaste, querías seguir hablando con él, pero se tenía que bañar o te mojaría con todo su sudor.
Hacía un rato que habías puesto una película cualquiera en la tele, y sabías que Owen ya se había metido a bañar porque la regadera se abrió sin dejar de sonar, por lo que decidiste enfocarte en "Los Juegos del Hambre".
La temperatura llegaba a 8°C por lo que, en busca de calor, te adentraste más en las sabanas... pero no fue suficiente, seguías sintiendo frío.
No pasaron ni 15 minutos cuando la regadera dejó de sonar, oiste la puerta del baño abrirse pero no le diste mucha importancia pues la película había llegado a la parte más interesante.
Estabas tan concentrada que no te diste cuenta que la puerta que conectaba el armario con la recamara se había abierto hasta que cierta figura masculina se interpuso entre la televisión y tú.
Cuando ibas a quejarte porque no te dejaba ver, te percataste del conjunto que llevaba puesto: traía unos pants grises que dejaban ver la cinta de su boxer y toda su espalda estaba descubierta para tí. Él estaba buscando su playera en la cajonera bajo la tele por lo que te estaba dando la espalda.
Gracias a la iluminación, cada movimiento que hacía al buscar su playera hacía que sus musculos se marcaran el doble. Deseabas dejar unas lindas marcas de rasguños en ese lindo lienzo en blanco. Perdida en la gran espalda de tu novio te pusiste triste cuando porfin se puso una playera para dormir.
Se dió la media vuelta con una sonrisa para acostarse a tu lado, pero cuando estaba junto a tí se percató que tus mejillas ardían en un lindo color carmesí, dandose una idea de que lo habías visto hace unos momentos.
No te dijo nada, se acomodo junto a tí y te abrazó, poniendo su brazo sobre tu cintura y su cabeza en tu pecho, una sonrisa apareciendo en su rostro. -Te extrañé como no tienes idea.- acariciaste su cabello -Yo también te extrañé muchísimo Owen.- Al oír tus palabras no pudo resistirse y te abrazó con más fuerzas.
Amabas pasar tiempo con él, tu corazón se llenaba de amor cuando pasaban tiempo juntos, pero lo que no sabías... es que tu corazón no sería lo único lleno esa noche...
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Escrita por: @/akao64 (wattpad)
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