Sentiste como su mano bajaba de tu cintura a tus muslos, pasando sus fríos dedos por toda tu cálida piel desnuda. Temblaste levemente ante el repentino cambio de temperatura dejando salir un suave jadeo.
Su boca se acercó a tu cuello, dejandote sentir su respiración caliente acompañada de unos besos lentos y pesados. Su mano no dejó en ningún momento de acariciarte... al contrario, subió hasta llegar a tus glúteos masajeandolos y apretandolos a su gusto.
Acercó su boca a tu oreja y en un susurro confesó:
-En verdad te extrañe...-
Y con esto dicho, se acercó hacia tu boca, dejando escasos centímetros entre los dos, podías sentir su mirada en tus labios, la cual solo te decía lo necesitado que estaba de tí... el quería más, pero tambien quería saber si tu sentías lo mismo.
Un corto beso de tu parte fue más que suficiente para darle una respuesta.
Owen no se contuvo en lo absoluto, atacó tus labios como si fueses lo más delicioso que ha probado en toda su vida.
Su lengua se sentía grande y caliente dentro de tu boca, no podías contener tus pequeños gemidos, pero no es como si fuesen una molestia, al contrario... mientras más gemías, más te necesitaba.
Tus manos se aferraron a su cuello, acariciando la parte trasera de su cabeza jalando ligeramentede su rubio cabello.
No te querías separar de él, ni el de tí.
Owen te subió a su regazo, ahora su espalda se encontraba pegada a la cabecera de la cama. La situación era ardiente a la vista de cualquiera: tú encima de él mientras dejabas salir tus dulces gemidos y movias tus caderas en busca de más, provocandolo. Si el pudiera describirlo, sería con solo una palabra... paraíso.
El tiempo iba lento cuando se trataban de sus besos, solo él te hacía sentir de esta manera con solo acariciarte. Habían pasado no más de 3 meses desde que cogieron y ambos sentian un apetito sexual indescriptible. No es como si no se hubiesen hablado en todo este tiempo, pero cuando te empezó a besar de esa manera logró despertar la chispa que solo el podía apagar. No pudiste evitarlo, lo necesitabas.
Y al parecer el también te necesitaba. - Te ves muy bien con mi playera.- Dijo entre besos. -Pero te verías mucho mejor sin ella.- Y en un instante tu brasier ya se encontraba en el piso.
Tú no te quedaste atrás, metiendo tus frías manos por debajo de la playera que él traía puesta, sintiendo sus abdominales tensarse por la temperatura de tus dedos.
Ambos quedaron con sus torsos desnudos, provocando caricias y besos que quitaban el frío de la noche dejando entrar el calor del momento.
-Hoy quiero jugar un poco más contigo...- Desaceleró el beso para dejarte saber que iba en serio.-Tanto así que no vas a poder dejarme solo por mucho tiempo.- Owen susurró en tu oído provocando escalofríos por todo tu cuerpo, mordiste tu labio interior en busca de callar el gemido que intentaba salir de tus labios.
Al ver tu expresión, Owen se abalanzó nuevamente hacía tus labios cambiando de posición y acostandote en la cama, en ningún momento se rompió el beso, a pesar de que la falta de aire empezaba a ser un problema, ambos sentían la necesidad de seguir embriagandose en los labios del otro.
Evidentemente cuando se separaron, la respiración de ambos estaba muy acelerada, pero Owen no perdió el tiempo y empezó a dejar besos en todo tu cuello en busca de saciar su desesperación. Bajaba de manera lenta... muy lenta para tu gusto, pero él disfrutaba sentirte frustrada, cada uno de sus besos provocaban el movimiento de tus caderas, buscando fricción.
Owen se detuvo en tus pechos. Te miró de reojo y comenzó a chupar con su lengua. -Mhn~!- Hiciste tu cabeza hacia atrás, no importara cuantas veces lo intentaras, solo él podía dejarte sensible con solo chuparte.
Una vez que terminó con tus pezones, bajó tus bragas y short de un solo movimiento, empezando un camino de besos desde el interior de tu zona húmeda... Estabas tan ansiosa por sentirlo que ya no podías esperar más y él lo sabía.
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Escrita por: @/akao64 (wattpad)
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