Era temprano en la mañana y el asqueroso despertador no dejaba de sonar. Mi día prometía era lunes 6:00 de la mañana, los rayos del sol acariciaban mi piel, mis ojos a penas se acostumbraban a la tenue luz que se colaban por el balcón de mi habitación.
Los dos toques en mi puerta solo se me recordaban que debía volver....."A la triste realidad", dónde odiaba con todas mis fuerzas.
Despertarme en la mañana.
―¿En serio debemos ir?―pregunté por enésima vez, la verdad seguía dormida aún, íbamos en el auto de camino al instituto.
Creó que aún iba babeando cuando ví como mi querido y odioso guarda espaldas rodaba a los ojos. La verdad es que entre despertar en la mañana o luchar contra un apocalipsis zombie.
Prefería la segunda opción sin duda.
―No sé te ocurra Lexi, iremos al colegio, no quiero que tu padre me mate por tu culpa.
―Eres un aguafiestas Eidan.― rodee los ojos e intente matarlo con la mirada, aunque no conseguía nada con ellos.
―Pero es divertido.―se burló mi conciencia.
Llegamos en no menos de 15 minutos y ya quería volverme en casa, ese colegio solo traía a niñatos pijos y chicas plásticas que preferían una foto con él más guapo, que construir su futuro, ese tipo de cosas me desconcertaba por completo. Mi instituto era el Sr. Stephen's School, colegió privado diseñado para los chicos más ricos del norte italiano.
Y si soy una de esas chicas millonarias.
Mi día era más que aburrido ya que prefería estar jugando a las muñecas con una M-26 que verle la cara a la mitad del instituto pero no todo se puede tener aunque a veces se puede soñar un poco. Mirando el lado positivo este será mi último año en este instituto debido a que terminó mi bachiller y bumm!! voy a la mejor universidad que existe en Italia o al menos eso desea mi madre.
―Tienes mala cara― me dijo el pelinegro que se paseaba por el instituto junto a mí con una sonrisa petulante.
―Como todos los días, que gran descubrimiento Einstein―chasque la lengua dos veces ―Además, ¿cómo quieres que sonría sino me dejas dormir la mañana?― le reproché con mala cara.
Para ser honesta los lunes no eran mi día en realidad.
―Ni que fuera niñera, aunque tengo que obligarte a venir, porqué si dejamos todo en tus manos jamás llegamos y sí se enteran de que prefieres dormir que venir aquí ―dijo haciendo una pausa y recorriendo el pasillo principal del instituto con sus ojazos verdes ―Ahí sí que estaré en serios problemas con el señor Di Marcos.
―¿Podrías dejar de llamarle “Señor"? ― dibuje comillas subversivas en el aire ―Sabes bien que eres como un hijo para él.
―Si claro lo que tú digas , no pretendo perder mi empleo por tí, me oyes bien.― me dió una de sus miradas de advertencia.
Su empleo en mi mente intente gritar -mentiroso- pero no querían matarlo, al menos no aún.
Tanto que se quejaba pero no me daba ni un respiro. Amaba su trabajo, o no, déjame especificar.....«Amaba sacarme de quicio »
―Eres insoportable lo sabes.―lo intenté incomodar.
―Tú también, Diane.―respondió con una sonrisita, siempre hacía igual.
―No me llames así.―hice una mueca desagradable al escuchar mi segundo nombre.
A lo que él idiota sólo me dió un par de risas, le di un empujón por el hombro aunque ni cosquillas sintió. Eidan Righs era uno de los chicos más atractivos del instituto y se pondrán a pensar.
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Besos en Sangre +18 Libro #1Saga Dominante
CasualeJamás creí que la palabra Diablo, existiera de tal manera. No conocía en extensión su significado, al menos no en la vida real.No hasta qué la conocí, a la mismísima hija del diablo. Sus facciones perfiladas acababan con los hombres, les hacía caer...