Capítulo V

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Ryan.

—¿Qué es lo que te pasa?—la sigo a través de su inmenso comedor de lujo.

—¿Qué es de lo que hablas?

—¿Por qué golpeaste a Allyson?

—Yo no hice nada.

—Por favor, Sophie. No soy idiota, le diste una bofetada.

Llega hasta el jardín trasero, donde se sienta bajo una tumbona a tomarse su té que le entrega la empleada.

—Soy tu madre, Ryan.

—No has respondido a mi pregunta, ¿Por qué golpeaste a Allyson?

—Esa niña es una irrespetuosa, me fto al respeto a mi en mi propia casa.

—Entonces, ya no vayas. Yo cuidare tu jardín, pero para evitarte problemas es mejor que no pongas un pie en esa casa, al menos hasta que se termine este infierno.

—No, yo iré las veces que a mi se me antoje.

—Mamá...

—Mientras esa casa este a mi nombre, no me puedes prohibir la entrada aun así seas mi hijo.

—Alguna solución encontrare.

—¿Por qué la defiendes tanto?

—Solo quiero evitarme más problemas con Gabriel, si se entera que golpeaste a su hija...

—No tiene porqué enterarse.

—Se lo dirá.

Le da un sorbo a su té, la mirada que pone la conozco muy bien.

—¿Qué estás tramando?

Se que algo está tramando, y no me lo dirá.

—¿Yo?—asiento—No estoy tramando nada.

—Más te vale—le advierto.

Ella niega, en su rostro yace una sonrisa.

Es mi madre, y la conozco. Debo estar alerta, no puedo permitir que vuelva a suceder lo del otro día.

—Me voy ya—voltea a verme, seria—. Lo que sea que estés tramando, olvidalo, Sophie. Te estaré vigilando.

—Soy tu madre, llamame como tal.   

—Nunca has sido mi madre.

—Soy tu madre, llevas mi sangre.

—Eso dices tú—murmuré para mi, pero al parecer si me escucho porque abrió la boca, ofendída.

Siempre he sentido que no pertenezco a esa familia, creó será por los tratos qué recibí de ellos.

—¡No lo digo yo! —se altera—¡Yo te parí, yo te di la vida!

—Lamentablemente.

—Deberías de ser agradecido.

—¿Agradecido por qué?

—De haber nacido en esta familia.

—Preferiría ser huérfano qué haber nacido en esta familia.

Su rostro se contrae.

No pensé mucho en lo que dije, solo lo solté así, sin más.

Pero, es verdad. Hubiera preferido mil veces eso a pasar todas las humillaciones qué me hicieron. Mi padre siempre quiso hacerme a su imagen, pero nunca me mostró ese cariño de padre. Creía que tal vez no era ese tipo de padre, pero más de una vez lo vi ser el padre que quería que fuera con Clint.

Nunca Pensé Enamorarme De ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora