Kimetsu No Yaiba Una Nueva Historia 115 Años Antes de Tanjiro

Capítulo 38

Capítulo 38
Victoria

-¿PERO QUE?—exclamó Tsuma después de que ir su cabeza cayera al piso—¡¡¡NO NO NO!!! ¿CÓMO ME CORTASE LA CABEZA?, UN IDIOTA COMO TÚ, NO NO NO, ME REHÚSO A MORIR
En eso Rutsu se acercó a la cabeza de Tsuma y le sostuvo la frente
-Ya...descansa en paz...—dijo Rutsu mientras escupía sangre de la boca y le salía de igual manera de la nariz—"Maldición, pasa factura usar esta postura"
Rutsu se recostó en el suelo aun sangrando y apenas pudiendo respirar
-"Descansar...¿en paz?—dijo Tsuma en sus pensamientos—Esas palabras, siento que las he oído antes, ¿pero donde?, ¿acaso estas memorias que vienen a mí son de mi antigua vida?, NO, NO QUIERO RECORDAR ESE PASADO, aun así, lo recuerdo como si hubiese sido ayer, yo fui una mujer que siempre tuvo problemas al buscar marido, no les gustaba mi carácter agresivo y masculino a los hombres, y solo me buscaban para satisfacer su deseo sexual...jamás tuve alguien que me amara por lo que soy...pero una vez, conocí a un hombre al que no le importaba eso, mi esposo, Otto, después de dos años de conocidos nos casamos y tuvimos a nuestro primer hijo, fuimos felices por un tiempo, hasta que...llegó...ese día en donde fuimos presencia de una batalla entre un espadachín y un demonio que habían llevado su pelea hasta nuestra casa...nuestro bebé murió por un escombro de la casa y prácticamente uno de los ataques del demonio le cortó la pierna y brazo a mi esposo...fuimos mero daño colateral...el espadachín murió a manos del demonio...la Luna superior 6... Doma, recuerdo que había llorado por ese espadachín, y al vernos yo rogué para que no nos hiciera nada, dije que haría cualquier cosa, pero jamás espere que después de decir eso me volvería demonio a mi y a mi esposo agonizante
-Si puedes hacer algo, los podría convertir en demonios si nuestro amo los acepta, y si se hacen fuertes podrían llegar a ser parte de nosotros, y así, lograrían ser parte de un propósito mucho más grande...podrán descansar en paz
Esas fueron sus palabras antes de ser demonios, a pesar de ser demonios diferentes y de haber olvidado nuestro pasado juntos, nunca nos separamos y nos volvimos a enamorar, y cuando me embaracé de mi segundo hijo, me sentía muy feliz, por vivir una vez más la vida que nunca tuve, ahora moriré y lo último que veré será la cara de este niño...no me arrepiento de haber asesinado...es por eso, que yo solo cargare con este pesar...así mi marido por lo menos se irá impune de esto...yo lo arrastre a final de cuentas..."

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-Amor—dijo Otto estando en el más allá—Vamos
-Mamá mamá—exclamó un niño que tomó la mano de Tsuma—Vamos a casa, te acompañaremos a ti y a papá al infierno mi hermanito y yo...no pagarás por todo sola
En eso Tsuma no pudo evitar soltar en llanto abrazando a sus dos hijos y a su esposo
-PERDÓNENME, PERDÓNENME—exclamo esta entre llanto—FUE MI CULPA QUE TERMINÁRAMOS ASÍ, PERDÓNENME, PERDÓNENME
-No llores mami, papá siempre te va a amar y nosotros también
-Ya Tsuma, siempre has sido muy optimista...me salvaste la vida en aquel entonces...no me importa lo que hayamos echo...importa, que tú y yo hayamos seguido juntos después de tanto tiempo...han sido los mejores años de mi vida amor...vayamos juntos al infierno, sin importar que, seguiremos juntos...para siempre, en esta, u en otra vida—dijo Otto sosteniendo la mejilla de Tsuma, y limpiando las lágrimas
-Otto...—Tsuma comenzó a cerrar sus ojos y a acercarse a los labios de Otto, dándole un beso en las labios mientras se dirigían al infierno
Rutsu en el mundo de los vivos veía las últimas cenizas de Tsuma desaparecer mientras esta estaba llorando...y seguido de eso...alcanzó a ver las cenizas del bebé, de las cuales solo se escuchaba un ligero sonido de jadeo, y unas palabras que hicieron retumbar a Rutsu
-Mami...—decían las cenizas en forma de bebé, antes de desaparecer por completo
-Si estaba embarazada...vaya...qué interesante resultó ser...vaya que los demonios...son seres muy patéticos...—dijo Rutsu mostrando una extraña sonrisa mientras sus ojos también se ponían blancos, pero rápidamente reaccionando y eliminando esa expresión en su cara—No...¿porque pienso eso? No importa...no puedo perdonarlos por matar a personas inocentes, pero si puedo entender, todos los demonios son formados por uno solo...todos los demonios son hechos por Muzan Kibutsuji, ese maldito...lo último que verá en este mundo, será mi rostro de enojo y mi Katana sobre su cuello
Sin embargo, en ese momento, Rutsu sintió que algo le cortaba a lo largo del pecho, era la maldición de Muzan que se había activado en ese momento...