Kimetsu No Yaiba Una Nueva Historia 115 Años Antes de Tanjiro

Capítulo 41

Capítulo 41
Un descanso bien merecido

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-Ya tranquila, ya estoy aquí, me alegra que estes viva—dijo Rutsu dándole un abrazo y quedándose así por unos segundos
-YO TAMBIÉN QUIERO FORMAR PARTE DE ESTE MOMENTO—dijo Hikari llorando como bebé
-Oigan, no se olviden de su otro compañero—dijo Shitsurei entrando al cuarto
-SHITSUREI—exclamaron todos uniéndolo al abrazo
-Me alegra que por fin los 4 estén despiertos—dijo Ame mostrando una sonrisa de satisfacción y dulzura—Les prepararé un buen desayuno
-Muchas gracias señora Kamado—dijeron todos finalmente separándose de su abrazo
Los 4 hablaron al respecto de su batalla contra las lunas, estuvieron felices de que todos hubieran salido con vida, se sentían relajados después de mucho tiempo, además de que la familia Kamado era sumamente amable con ellos durante la estadía, a la semana de estar ahí, todos se podían mover con normalidad, la única que aún no podía caminar del todo bien era Nina ya que su pierna había sufrido una lesión que afectó a su movilidad, Ame le daba un masaje diario para aumentar su proceso de curación, aun así, todos apoyaron en las tareas diarias, sentían la necesidad de ya no hacerles más estorbo a la familia Kamado, sin embargo
querían esperar la recuperación completa de Nina. A la 2da semana, finalmente Nina se había recuperado de su pierna, y finalmente...
-Les damos las gracias por todos los cuidados y la estadía, pero es momento de retirarnos—dijo Rutsu mientras estaban en la comida
-NO SE VAYAN POR FAVOR—dijeron Kotabe y Aiko abrazando a Hikari, quienes se habían encariñado con ella
-YO TAMPOCO ME QUIERO IR PERO LO TENEMOS QUE HACER—dijo Hikari soltando el río de llanto
-Además de que ya no queremos ser una carga para ustedes—añadió Nina tímidamente a las palabras de Rutsu
-También gracias por proporcionarnos ropa cómoda—dijo Shitsurei inclinándose ante ellos -MUCHAS GRACIAS POR TODO—dijeron todos
En eso hubo un silencio profundo, sin embargo era un silencio relajante
-Lo entendemos—dijo Ame sonriéndoles a todos—No fueron una molestia para nada, además, no podíamos dejarlos así como así, y si, me hubiera gustado que se quedaran más, pero si es necesario que se vayan lo entendemos
-Muchas grac....—pronunció Rutsu amablemente, pero en eso
-Un momento—dijo el señor Kenji—Quédense una noche más, me gustaría enseñarles el "La Danza sagrada de los Kamado"
-Kenji, no seas imprudente—dijo Ame dándole un ligero golpe en la mano—¿No ves que ya tienen prisa?
-¿Una danza?—dijo Rutsu interesado—me gustaría verlo
-Se escucha interesante
-Si los demás gustan, podríamos quedarnos a verlo
-YO SI QUIERO
El grupo de amigos estaba entusiasmado por la danza que se realizaría en la noche, teorizaban
que podía ser y estaban impacientes por saberlo
-Amigos—dijo Rutsu de repente en una plática entre los 4—No me sentido así desde que me volví cazador
-Si...estos momentos no están tan mal, son algo acogedores—dijo Nina dulcemente
-¿Como es que nos volvimos diferentes de un momento a otro?—dije Hikari borrando un poco su sonrisa
-Por los demonios—respondió serio Shitsueri—Los demonios nos han quitado tanto a nosotros sin ninguna razón, por eso perdimos aquellas vidas que antes nos hacían sentir felices, yo perdí a mis padres y a mi hermano por los demonios
En eso Rutsu recordó a su abuela y a su gente en el pueblo que fue masacrada aquella vez mientras él dormía tranquilo, sin embargo también recordó que lo último que solía ver de los demonios que asesinaba, eran su lágrimas
desconsoladas, Rutsu entendía hasta cierto punto que los demonios fueron en algún momento humanos con vidas patéticas que los llevó a una decisión tan horrible como la de volverse demonios, aunque también sabía que no todo podía ser desgracia, los humanos al verse en la necesidad de buscar la salvación llegaban a esos extremos, los demonios solo existen por la crueldad humana...eso a Rutsu le daba algo de asco...pero en el fondo sentía lástima por los demonios
-Los demonios son bestias...¿pero son bestias porque tomaron la decisión de volverse demonios?...¿o siendo humanos...ya eran bestias?—cuestionaba Rutsu al grupo—Sinceramente no lo sé...cuando mate a la mujer...me sentí bien...pero también sentí pena...¿porque?
La habitación estuvo en silencio por un momento, hasta que...
-Chicos, es hora—dijo Ame entrando al cuarto de repente—Llegó la hora...de que vean nuestra Danza especial