Capítulo 3

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Capítulo 3
Monte Sagiri

-...hijo...mamá...dejar—escucho Rutsu en su cabeza
Este en su mente reproducía el mismo sueño una y otra vez, unas veces más borroso que otras, y otras un tanto más claras, era un sueño en el que solamente podía escuchar la voz de una mujer que lo sostenía en brazos para luego apenas y poder visualizar a su abuela
-despierta...despierta...DESPIERTA—dijo Urokodaki
En ese momento él estaba recostado en una cama, parecía estar en una cabaña
- ¿En dónde estoy? —pregunto confundido Rutsu—A donde me trago
-Recuérdame, ¿cómo te llamabas? —dijo Urokodaki sin que pareciese que le
importase un poco de lo que le había preguntado
-Me llamó Rutsu Tsuyoi—dijo el un tanto más desesperado
-Ya veo, sabía que te conocía de algún lado—dijo Urokodaki cambiando a un tono más serio y decidió—¿Dijiste que querías destruir demonios no?
-Y creo que usted dijo que me entrenaría, me dejó inconsciente en un segundo, eso fue increíble, su velocidad no parecía humana, enséñeme por favor, y cuando me haga fuerte matare a todos los demonios de este mundo...pero espere, ¿dijo que ya me conocía?
-Si...o bueno...a tu madre
-Mi... ¿madre? —dijo Rutsu algo confundido y sobresaltado
-Si—dijo Urokodaki sin emoción
- ¿Y cómo la conoce? Yo ni siquiera la conocí a ella, ¿sabe porque me abandonó?
-Te lo explicaré todo...cuando estés listo para saberlo, primero, quiero que empecemos a entrenar, acompáñame
Aunque Rutsu quería saber más de su madre, siguió a Urokodaki algo enojado y decidió a aceptar su condición, subieron una montaña sumamente alta y en donde era difícil respirar, era de noche y además hacía frío
-Tú prueba para saber si eres digno del entrenamiento, va a empezar, regresa a mi casa desde aquí antes del amanecer, esa, será tu prueba—dijo Urokodaki desapareciendo entre la inmensa niebla
-"Regresar...¿a su casa?" —dijo Rutsu en su cabeza mientras comenzaba a bajar la montaña
Mientras bajaba la montaña, este piso lo que parecía ser un mecanismo, era una trampa, al parecer era una prueba de supervivencia, Rutsu siguió pero seguía siendo golpeado por las trampas que eran rocas o troncos, pero este siguió, recordando el sueño y dispuesto a saber cuál era la razón por la que su madre lo abandonó, este continuo y se seguía lastimando, sin embargo, por un momento, por su mente pasó aquel sueño, donde pudo visualizar una cosa más, recordó la ocasión en la que su abuela le había dicho: "Debes ser uno con el mundo y el mundo debe ser uno contigo, cada árbol y ser vivo del planeta, debe tener la amabilidad de ayudarte siempre y por siempre, cada vez que necesites algo, respira, mantén la concentración total, respira, igual que un árbol Rutsu" después de recordar eso, Rutsu empezó a sentir su entorno y visualizar que los árboles lo ayudan a levantarse y hacerse uno con el mundo, así y de manera casi involuntaria, Rutsu empezó a esquivar mejor las trampas además de empezar a ir más rápido.
Al amanecer, Rutsu llegó a la casa de Urokodaki cubierto de heridas, ambos se vieron fijamente, y Rutsu ya no podía seguir de pie, pero debía hacerlo para escuchar a Urokodaki
-Veo...que tienes potencial...Rutsu Tsuyoi...te acepto como mi discípulo—dijo Urokodaki mientras se levantaba a ayudarlo mientras se desmayaba
-Me esforzaré al máximo—contestó sumamente decidió

Kimetsu No Yaiba Una Nueva Historia 115 Años Antes de TanjiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora