En una tierra fértil, la época del amanecer presenció la emergencia de los elfos desde las aguas y los enanos desde las heladas tierras del norte. Siglos de paz se vieron eclipsados cuando el rey enano y el rey elfo desencadenaron una guerra centena...
En una tierra fértil, la época del amanecer presenció la emergencia de los elfos desde las aguas y los enanos desde las heladas tierras del norte. Siglos de paz se vieron eclipsados cuando el rey enano y el rey elfo desencadenaron una guerra centenaria. La tragedia se hizo presente al caer ambos monarcas, dejando a sus nueve hijos de cada reino inmersos en una lucha por el poder, resultando en la separación en nueve tribus elfas y nueve tribus enanas.
Después de un largo período de tensiones, la primera migración llegó a su fin con la llegada de las tres grandes tribus humanas: los Tumulus, Romulus y Comulus.
En el inicio de la segunda migración, la tribu de los Romulus forjó una alianza con los elfos del bosque del otoño en el año 178 d.m. (Después de la migración). Este pacto entre humanos y elfos marcó un hito en la historia de estas tierras.
La llegada de los orcos, goblins y trolls desde las profundidades inauguró la segunda migración. No obstante, no estuvieron solos, ya que más tribus humanas también emergieron y se establecieron a ambos lados del Mar del Verano.
Los Romulus y los elfos del otoño, unidos por su alianza, decidieron hacer frente a la invasión de orcos y trolls que amenazaba sus tierras. Juntos, formaron una resistencia para proteger sus hogares.
En la épica batalla de las Colinas Rojas, el rey Lack Romulus, líder de los humanos, enfrentó y derrotó al temible rey orco Troks el Deshuesador.
Con la caída del rey orco Troks el Deshuesador en las Colinas Rojas, la moral de los orcos se vio sacudida. Los Romulus y los elfos del otoño, aprovechando esta oportunidad, consolidaron su alianza y persiguieron a las fuerzas invasoras, liberando gradualmente las tierras de la amenaza.
Mientras las tribus se unían para defender su hogar, surgieron leyendas sobre la valentía del rey Lack Romulus y la destreza de los elfos en la batalla.
Los orcos, derrotados en las Colinas Rojas, huyeron hacia el oeste, donde ya se habían asentado los goblins. Bajo el liderazgo de Stonejaw, un segundo líder orco, prepararon un ejército con la intención de vengarse y exterminar a todos los hijos de la casa Romulus. Mientras tanto, en las tierras que una vez estuvieron en conflicto, una nueva sombra se cernía sobre los Romulus y sus aliados.
Con el paso de varios años, el rey Lack Romulus consolidó aún más la paz entre humanos y elfos al casarse con Freda, la hija del rey elfo. Este matrimonio trascendental fortaleció los lazos entre las tribus, y la pareja real tuvo varios hijos, simbolizando la unidad entre las razas en estas tierras.
En el año 220, los enanos de la tribu del hierro lanzaron un ataque contra las tierras del oeste. Sin embargo, se encontraron con la feroz resistencia del ejército liderado por Stonejaw, el líder orco. En un enfrentamiento brutal, los enanos fueron completamente eliminados por las fuerzas de Stonejaw.
El devastador ataque de Stonejaw contra los enanos de la tribu del hierro desencadenó la llamada "Guerra del Oeste". En respuesta, los enanos recibieron apoyo de los Tumulus, una tribu experta en el uso del arco y las flechas. La colaboración entre enanos y Tumulus creó una fuerza combinada capaz de plantar cara a los orcos de Stonejaw.
Mientras en el este, donde estaban asentados los Romulus y los elfos de otoño, el rey Lack tomó una decisión estratégica. Optó por enviar a su hijo mayor, llamado Erick, hacia el oeste, para unirse a la lucha contra la amenaza orca. Con un pequeño ejército de 20,000 soldados, Erick se embarcó en una misión crucia
En el año 223, la trágica noticia llegó a las tierras del este: el príncipe Erick, al liderar su ejército hacia el oeste, fue emboscado y perdió la vida a manos de varios goblins en una cueva. La pérdida del heredero de los Romulus impactó profundamente en el reino y dejó a la nación en duelo.
Ante la tragedia de la muerte del príncipe Erick, el reino del este tomó la decisión de entrar directamente en la guerra. El rey Romulus, junto a su primo Halrok de la tribu Tumulus, lideraron un ataque audaz que culminó con la muerte de Stonejaw, partido en dos por sus habilidades combinadas. Esta victoria marcó el fin de la guerra en el oeste, pero no sin consecuencias.
Las tierras del oeste, una vez fértiles, sufrieron transformaciones drásticas. La guerra dejó la región casi seca, cambiando irreversiblemente el paisaje.
Con la muerte de Stonejaw y la victoria en la guerra del oeste, así concluyó la segunda migración. Aunque las tierras sufrieron transformaciones significativas, las tribus unidas lograron preservar una paz frágil pero valiosa.
Además de las tensiones entre tribus, la segunda migración vio la aparición de criaturas mágicas, como dragones y unicornios, que añadieron un toque de maravilla a estas tierras.
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