𝐂𝐚𝐩 𝐈𝐈𝐈: 𝐑𝐞𝐬𝐜𝐚𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐉𝐚𝐫𝐝𝐢𝐧 𝐝𝐞 𝐆𝐚𝐥𝐚𝐧𝐞𝐚𝐬.

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Lunette D'Lune


El silencio que hay en el lugar es tan profundo y ensordecedor que si uno piensa lo que acaba de pasar, puede venir los mil un pensamientos pasando por tu mente. El Sr. Fletcher y la Sra. Sienna, siguen teniendo una expresión de tratando de entender lo que la joven Sibila ha dicho.

La discreción que nos lleva a mi hermano y a mí ante lo escuchado, me causa una incertidumbre que puede llegar a causar a las personas que está destinados en esa predicción. Luniel quien tiene la vista a la chica buscando un clavo suelto, se percata que las palabras dadas son verdaderas. Si la chica mintiera se percataría en su postura.

—¿Hay algo más que tenemos que saber? —. Preguntó Luniel tratando de sacar más información a Sibila.

—¿Algo más? —. Sibila se coloca de forma pensativa, tratando de buscar alguna pista más hasta que recordó algo más —. ¡Sí! Pude notar que sus melenas son rojas pero de diferentes tonalidades y sus ojos son marrones. Dos de ellos ya tienen sus compañeros de vida y los otros dos están acendrados deseando de corazón en hallar a sus respectivos pares.

—Entonces ¿Hay dos que ya tienen sus respectivos pares y los otros dos todavía no? —. Cuestiono después de quedar en silencio luego de un tiempo.

Es ahí, la muchacha de cabellos castaños asiente.

—Bueno, será mejor inspeccionarlo más tarde. Ahora los jóvenes D'Lune tiene que hacer sus ofrendas de cumpleaños —. Esta vez fue la anciana Sienna que preparaba todo el lugar para el rito de las ofrendas.

—¿De nuevo las familias de clase alta con los ostentosos regalos? —. Sibila queda atónita para después dar un gesto de enojo viendo los cofres que habíamos traído en el suelo y cada vez más grande —. Por el oráculo, esperemos que ya terminen con esas actitudes.

Luniel y yo asentimos agotados de esa situación ante Sibila, si veo la población que hay en Selerius, ella es una de las muy pero muy pocas personas con los que tenemos contactos. La muchacha aprendiz de sacerdotisa, que aún tiene expresión de disgusto cruza los brazos en modo de protesta.

—Estas familias… cada día me sorprende.

—Sorprenderte mucho más cuando te enteras que en el próximo festival de la Luna Dorada, vienen los demás reinos de los otros países —. Hablé con intención de levantar el humor a Sibila —. Se rumorea que puede llegar a venir la familia imperial de Acadia al festival.

Del enojo al asombro en el rostro la joven druidisa, resultó ser gracioso. Ella no dudaba en mostrar su entusiasmos y dar pequeños saltos en el lugar con ligeros chillidos ¡Vaya! Si que la invitación a la familia imperial de Acadia sorprendió a todos, incluso emociona.

Ella seguía con el entusiasmo hasta que mi hermano menor bufó con molestia.

—Ya se entiende la emoción, Sibila. Pero…—. Luniel mira por la ventana con el ceño fruncido —. Ahora con ese tema, tengo que llevar a una de nuestra dama de compañía al consejo para la organización del festival.

—¿Cuál de todas las criadas te refieres Luniel?

—La joven ninfa, Lily Baronni —. Responde frustrado y Sibila se detiene observando intrigada.

—¿Cabello rosado claro y ojos ámbar? —. Cuestiona curiosa y este asiente, Sibila cruza sus brazos incrédula —. ¿Cómo pasó eso?

—Resulta que Lily es oriunda de “Valle de Lynnae” del magno Imperio de Acadia —. Explica decayendo demostrando frustración en su postura corporal y en su voz —. Cuando escuchamos sobre ellos y preguntamos, ella nos contesta todo referido a ellos, hasta sobre los eventos del Imperio.

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⏰ Última actualización: Jun 27 ⏰

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𝐔𝐧 𝐫𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐟𝐮𝐞𝐠𝐨 𝐲 𝐥𝐮𝐳 𝐝𝐞 𝐥𝐮𝐧𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora