UN ABISMO EN LLAMAS

Reclutado.

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Horas después...

Las pruebas físicas han sido durante el procedimiento de evaluación sobre los puntos fuertes y débiles qué tengo.
Sin embargo superé cada una de las bases de resistencia recibiendo órdenes físicas cómo  entrenamiento con peso,carrera de fuerza explosiva. He recibí entrenamiento mental cómo ejercicios de memorización y atención selectiva,cómo también resolver problemas de resolución bajo presión y tensión durante medio minuto y cuarenta segundos. Fui evaluado en las tácticas de defensa personal a las cuáles fui felicitado por mi capacidad,he recibido entrenamiento sobre mi capacidad de resistencia ante el dolor y sus técnicas. Sin embargo el general me observa insatisfecho,relee las pruebas y los minutos qué conlleve hacerlos,su entrecejo se frunce a la vez que sus facciones endurecen,observo seguro y sin ninguna expresión, levanta la mirada antes de enarcar una ceja entregando mis informes a un soldado

―Eres uno de los primeros en pasar cada obstáculo sin un sólo error ―Dice mientras se despoja de su chaqueta ―. Nunca se ha visto algo así, por lo cuál ésto es extraño. Sin embargo elijo creer  tu indiferencia al resto,muchacho.

Camina hacia el comando donde el ministro junto a su equipo de civiles,los cuales visten de negro conformados en grupos de tres que cuentan con quince filas de soldados se encuentran a la espera. Cuatro de ellos ocupan un espacio a tras del ministro,me pongo firme mientras el general se posa de frente haciendo el saludo. El ministro se acerca con pasos decididos parándose firme delante de mí

―Realizaste tus pruebas y entrenamiento sin un desliz, por lo tanto he solicitado qué tu predisposición física y mental está por encima de cada uno de éstos soldados,por éso me tomo la deliberación de darte la bienvenida a éste sector de servicio especial,cómo coronel de la S.A.S encargado de la seguridad,inteligencia y el poder ante cada soldado nuevo y reclutado. Tu equipo―Señala a los cuatro hombres atrás de si― David McLister capitán de las tropas 22.S,Tanner Connor agente y teniente―señala al pelinegro,saboree su apellido en la punta de mi lengua ―Grays Harris analista,y ella Claris Thomson asistente ejecutivo principal.

―Un placer será trabajar con ustedes,y agradezco sus palabras respecto a mi esfuerzo. Sin embargo creo darme el lugar cómo futuro coronel.

Miento eficazmente,dándome el lugar de imponente ante las falsas palabras que salen de mi boca sin recelo. Me doy la orden de observar al teniente Tanner,uno más al que no restarle mi importancia, tres de ellos son las efímeras producción de un estable, conocido y difunto agente de la S.A.S,pero he tenido la posibilidad de conocer en persona sólo uno de sus progimos ,un decendiente más de los connor...

―Ha sido muy poco el tiempo qué se ha denotado para tener la capacidad de mil hombres en usted,señor Kennedy. Y las medallas qué ha ganado hoy no las suelen tener todos de un día al otro, empiezo a creer qué es un súper dotado―ríe el ministro―haz de estar preparado para una unidad qué te resaltará cómo uno.

―Me he pasado el tiempo suficiente adaptandome a cada riesgo y sacrificio que pueda existir.

Cualquier persona que me conociese sabría el código de éstas palabras.

―Las condiciones de un agente de la S.A.S tiene sus sacrificios,tienes una posición apta para tener un cargo de rango superior en un comando en el cuál se valora su capacidad.

―Sin embargo a sido todo un éxito,Alexander ―agrega el general ― Te elogio por tu buen predisposición al entrenamiento.

―Ha sido un placer demostrar mi objetivo.

―Si más nada que decir,incremento la petición de medallas de honor,esfuerzo y valentía para el coronel del comando de la S.A.S ,Alexander Kennedy. Te recluto a la ceremonia de bienvenida en el Museo Imperial de las Fuerzas Armadas. Espero tener la gratitud de cruzarnos en la gran velada.

Dice el ministro, asiento con una media sonrisa antes de despedirnos con el debido saludo,el cual ya me trae hastiado y pienso en desistir antes de lo debido,me conduzco hacia mi auto de dos puerta deportivo antes de abandonar el lugar que me ha resultado insoportable durante las ocho horas que llevo aquí de prueba. Si llevara una semana o un mes daría lo posible por interferir y terminar de una maldita vez por todas. Aunque el caso no sea ése, me enorgullece ser de los pocos que podrían relucir un entramiento de un solo dia.