¡BIENVENIDO SOLDADO!

8 2 2
                                    

9

Leah

La multitud aclamaba aplausos cuando la ceremonia dio su inicio.
Los civiles eran nombrados uno por uno debido a su rango y esfuerzo mientras sus superiores se ocupaban de presenciar del acto y acatar el orden de palabra ante su nuevo recluta, otorgándoles sus medallas de honor,valentía,integridad,coraje y de Consagración al comando S.A.S,
Sin embargo la velada comenzó a descender poco a poco,distribuyendo al gentío y espaciando la tarima,las persona comenzaron a notar la medalla situada en la caja de terciopelo azul. Extendiendo lo murmullos de un extremo a otro

―Esa medalla es para el nuevo coronel del comando..―murmuró el señor Charles

―He oído hablar qué dejó en ridículo a los nuevos civiles―ríe Cole.

―Sí, todo un súper dotado. ―Responde Charles airado.


El silencio golpea en la mesa cuándo el ministro se posa frente el micrófono,la mujer del señor Charles no disimula al mirar el porte que carga, a pesar de tener cincuenta aún permanece conservado,su pelo canoso peinado hacia tras que lo hace ver bien sin nombrar los ojos que imnoptisan a la señorita Marie.

―Buenas noches a todos. Espero hayan disfrutado de ésta hermosa ceremonia,les doy mi bienvenida a la S.A.S a los nuevo agentes de nuestro comando ha sido un placer recibirlos en nuestro oficio. Sin embargo tenemos una sorpresa para todos,reingrasamos a un nuevo superior a nuestro equipo,aquél que para muchos se ha extendido en rumurores y murmullos,por éso le damos la bienvenida a nuestro nuevo coronel de la S.A.S,el señor Alexander Kennedy...

La sala explota en aplausos. Pero esta vez solo provienen de la multitud de los nuevos agentes,el resto observa anonadado,mis ojos detallan lentamente el cuerpo en movimiento,va texturizado por el uniforme negro el cuál le favorece ajustandose a la madedida,resaltando el porte que cargan sus atributos,observo a mi alrededor cómo las mujeres lo miran sin dejar de aplaudir acaloradas,se posa frente al ministro marcando la diferencia de altura,enderezo la espalda perpleja,mi respiración se vuelven erráticas y oígo el pulso en mis oídos,quiero levantarme pero mi cuerpo no recibe órdenes de mi cerebro. Sólo me quedó allí sentada,mirando a quién se supone es el nuevo coronel.
―Coronel Kennedy,es un honor presentarle la medalla a usted en reconocimiento por su esfuerzo y dedicación. Ya qué ha demostrado una fuerte capacidad de liderazgo a éste servicio.

Los ojos del nuevo coronel se quedan en un punto fijo,aquél qué me corresponde.
Observo el tenue azul que se oculta bajo la sombra del traje negro cómo la noche,
El contacto visual permanece amenazante sin embargo ninguno de los dos lo rompe,presiento qué las personas qué nos rodean no se percatan de lo que está pasando. Un calor cargado de llamas incendia el espacio,entre abro mis labios buscando oxígeno, un escalofrío recorre por mi columna mientras una gota de sudor frío baja de mi nuca hasta mi espalda,el vestido comienza a ajustarme. ¡Carajo!
Maldigo para mis a dentro,de un momento a otro los aplausos corrompen el espacio haciendo eco rompiendo el incómodo momento. Me levanto junto al unísono pero me tomó el tiempo de escapar entre la multitud, visualizo el baño despejado.
Adentrandome pongo el seguro sin importarme el resto,el gran espejo vislumbrado con la luz fría muestra mi reflejo,mi respiración está agitada y mis manos sudan cómo nunca antes lo habían echo. Mojo mis manos pasándola por mi nuca y escote,me tomó el tiempo de alisar mi vestido,el golpe de la realidad me da duro cómo una pelota de hockey en el pecho.
Recojo los pequeños mechones de mi pelo pasándolas a tras de mi oreja,atenta,me encamino a fuera quitando el seguro.
La música resuena a través del pasillo,la tarima ahora es ocupada por una banda,
Camino decidida sin perder de vista al nuevo integrante de la mesa

―¡Donnovan!. Cómo...

No termino la frase antes de ser interrumpida por mi hermano

―Llegué en la tarde,lamento llegar de imprevisto. Sin embargo creo deducir que han conocido al nuevo coronel―muestra al imponente hombre qué nos observa sin ninguna expresión notoria en su rostro.

―¡Cómo no!―remarca Cole con un cigarrillo en su labio―Un placer conocerte Kennedy. Ella es mi prometida, victoria...

Le ofrece su mano,la cuál estrecha restando importancia.
Estática observo a Donnovan acercarse.

―Alex. Ella es leah―dice mientras me guía hasta estar a milímetros de su gran pecho―la capitana de la incorporación de agentes encubierto de la S.A.S

Sus iris,penetrantes como las olas del mar me observan,sin percatarme de que su mano se extiende hasta mi cintura para estrechar la mía

―Es un placer conocerla,leah...―¡oh! Su voz. La manera en suena mi nombre en sus labios ¡mierda!..

―Encantada de conocerlo,señor ―Estrecho su mano,recibiendo una ola de corriente en mis nervios que se extienden de mi mano hacían mi cuerpo entero.

UN ABISMO EN LLAMASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora