Capitulo 2| "¿Por qué no juega?"◢

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"¿Si no nos hubiéramos conocido, habríamos resultado igual de lastimados?"

"¿Si no nos hubiéramos conocido, habríamos resultado igual de lastimados?"

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Kim Dan.

Me hallaba distraído esos últimos días, y aunque me gustaría decir que no sabía por qué, yo sabía exactamente la razón.

Él es la razón.

Desde aquél día no dejaba de pensar en él, sus facciones se quedaron marcadas en mi mente. No sabía su nombre pero me ponía nervioso el siquiera imaginar encontrarmelo en los pasillos de la escuela.

Pero no ha pasado.

Extrañamente no lo había visto ni una sola vez desde ese momento. Así como nunca me lo crucé antes, ahora tampoco lo hacía.

Aunque, yo sabía dónde podría verlo, pero me daba algo de vergüenza ir allí sin ninguna razón, o solo para poder verlo. No quería ser tan obvio.

—¿En quién piensas tanto?— me sobresalté al escuchar esa voz a mis espaldas, me tomó desprevenido.

—Chanwoo, no te ví llegar— dije, volteando en su dirección.

Sonrió de manera extraña y asintió.

—Sí, por qué estás tan concentrado pensando en alguien que no me escuchaste— hizo gesto pensativo—. ¿Qué pasó que no me has conta...?

Se quedó callado por un momento y luego, cómo si se hubiera dado cuenta de algo importante, me señaló sorprendido.

—¡¿Es que acaso ya te han cogi...?!— reaccioné lo más rápido que pude, tapando su boca con mis manos, para que no dijera estupideces.

Algunos alumnos presentes nos miraron raro por el escándalo que mi amigo había hecho, pero gracias a Dios no se habían dado cuenta de lo que había tratado de decir.

—No, claro que no— susurré—. No he hecho nada de eso.

Por su cara supe que no me estaba creyendo, así que, o era contarle lo que me había pasado, o que creyera que ya había... Bueno, que ya había hecho "Eso".

—Solo...— jugué con mis dedos—. Conocí a alguien y pues...

Cómo era de esperarse, no me dejó terminar.

—¡Ajá, y cogier...!— de nuevo tuve que detener sus palabras con mis manos.

—No, cállate— coloqué mi dedo índice en mis labios en señal de que guardara silencio—. Nadie tuvo coito con nadie.

Entrecerró los ojos y luego fue sonriendo de a poco, hasta terminar soltando risas muy escandalosas.

—¡Coito!— continúo burlándose aún cuando la mirada que le estaba dirigiendo no era muy bonita—. ¿Quién dice eso? ¿Acaso eres un viejo, Kim?

๑ Amarte Me Lastima ๑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora