Estabamos a dos días de entrar a la escuela por fin, después de un largo verano. Y Will volvería hoy a California por la tarde, me sentía mal por querer que no volviera de Hawkins pero necesitaba más tiempo. Todavía no estaba listo para saber lo que decidió.
Después de la salida con James me la he pasado de fiesta en fiesta con él, un día me emborraché, eso hizo enojar a James ya que dijo que solo quería sacarme de mi casa no que me emborrachara. Hoy también saldríamos a una fiesta, un poco más pequeña, era la fiesta de una amiga de Betty, ni yo ni James la conocíamos pero Betty nos aseguro que no había problema con que fuéramos.
Al llegar la casa estaba muy tranquila para tener una fiesta a dentro.
—¿Segura que es aquí? No parece haber una fiesta— pregunto James, Betty suspiro antes de hablar.
—Natalia y no es como las demás, y su fiesta claramente no es como las de más— la miramos con duda y ella continúo. —Son nerds, pero son mis amigos— James no tardó en quejarse, era ciertamente prejuicioso con los nerds, no le agradaban mucho.
—¡Por Dios, Betty! Se supone que Timothee debe distraerse no aburrirse— yo rodé los ojos. Ahora yo soy el pretexto para ser grosero con esos chicos que no le han hecho nada.
—A mi no me metas. Yo no me he quejado, solo hay que entrar y ya— Betty sonrió y camino delante de nosotros para tocar la puerta mientras James soltó un bufido y yo le pegue con mi codo.
Una chica pelinegra con lentes salió a recibirnos con una sonrisa y nos invitó a pasar, nos indico donde estaban las bebidas (que no tenían alcohol). La casa tenía musica pero muy baja, había menos de 10 personas contándonos a nosotros y todos estaban sentados en un círculo en el centro de la sala mientras hablaban de algo.
Nos dijeron que nos sentaramos y así lo hicimos, todos empezaron a hablar de algo que no entendía hasta que alguien me habló a mi directamente.
—¿Que tú no estabas con Byers?— sentí una presión en el pecho y una gran incomodidad.
—¿S-si?— más que una afirmación sonó como una pregunta, una estúpida pregunta. Y es que en realidad no sabía que éramos ahora, nunca terminamos por tampoco estábamos juntos.
—¿Por qué no vino? Me cae bien. Una vez me habló en una clase y me prestó goma— La chica me miraba directamente, como si supiera todo. O tal vez ya son alucinaciones mias.
—Esta de vacaciones con su familia— respondí con una sonrisa, la chica asintió y siguió hablando con los demás.
—¡Ya traje las palomitas!— una voz conocida se hizo presente, no sabía de dónde pero la conocía. Volteé rápidamente a dónde provenía la voz.
Era el chico de la barbería, sentí que alguien me golpeaba el brazo, era James. Me estaba avisando algo que ya estaba viendo. El chico traía una camisa blanca y arriba un suéter azul marino. Al verme se quedó callado.
—Hola— me saludó. Yo moví la cabeza como saludo. Sin saber que hacer.
Toda la tarde transcurrió hablando sobre temas al azar y afortunadamente nadie me volvió a preguntar por Will, de verdad era un ambiente muy agradable, hasta James parecía estar cómodo.
—¿Puedo pasar a tu baño?— le pregunté a la dueña de la casa. Ella asiendo y se iba a poner de pie para llevarme hasta que alguien la interrumpió.
—Yo lo llevo, Naty— era ese chico otra vez. La chica asintió volviéndose a sentar, me levanté y seguí a chico hasta el piso de arriba.
—¿Eres amigo de Natalia?— pregunté para quitar la incomodidad.
—S-si, ¿Y tú?— jugaba con sus manos mientras caminaba y tenía la cabeza agachada. No me miraba en ningún momento.
—La verdad nunca la había visto antes— reí, el pareció no causarle gracia.
—Si, los chicos como tú no suelen ver a chicos como yo- como nosotros— se corrigió.
—¿Chicos como yo?— ya habíamos llegado al baño pero seguíamos hablando afuera de este.
—Si, ya sabes, populares, nerds, no se llevan— alzó la vista por primera vez. Tenía los ojos azules, no lo había notado la primera vez. Asentí y entre al baño, esperaba que al salir él ya no estuviera ahí pero, ahí estaba.
Los dos regresamos a la sala y todos siguió normal.
Era hora de irnos y Betty estaba despidiéndose de los chicos junto a James mientras yo los esperaba recargado en el coche mientras fumaba. Hace mucho que no lo hacía pero lo necesitaba. Escuché a alguien posarse a un lado mío.
—Fumar hace daño— lo miré, otra vez él. Me encogí en hombros sin decir nada, pareció incomodarse. —¿No te agrado,verdad?— parecia que su voz tembló. Lo miré, hacia lo mismo de siempre, ver sus manos mientras jugaba con ellas.
—No es eso. Últimamente no he estado de humor, perdón— me miró, sonrió un poco y después asintió.
—Esta bien, no vemos el lunes en la escuela — parece haberse ido corriendo hasta un grupo de chicas que al llegar lo empezaron a molestar mientras sonreía, fruncí el ceño y me subí al coche esperando a James y Betty.
—¡Dios! Odio admitirlo pero lo pase bien— dijo James entrando al auto junto a Betty. —¿Tu lo pasaste bien Timmy?— podia notar el tono de burla en su voz. Le enseñe el dedo de en medio y el río. —Le encantas amigo, no dejo de mirarte toda la tarde.— negué con la cabeza.
—Espero que no, tu sabes que amo a Will— conduje hasta mi casa, a está hora Will ya debe estar en California otra vez.
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