Esperanza Cero [Evangelion] [Asushin]

~3~

—M-Mamá...

Shinji se acercó a su madre muy nervioso. Estaba temblando levemente. Quería pedirle ayuda ya que hoy había quedado con Asuka para cenar en un restaurante, y a parte de pedirle dinero, también quería pedirle un par de consejos para saber como tratar a una dama... o lo que suele decir todo el mundo. No lo sabía, Shinji no tenía ni idea, no había tenido mucho contacto femenino en su vida, aunque masculino tampoco, solo ha tenido dos amigos en toda su vida. O al menos, dos son los que recuerda, básicamente, los que se mantuvieron allí siempre.

—Dime, hijo. —decía su madre dejando su revista del corazón de lado, prestando atención a su única descendencia en la actualidad.

—Bueno... yo... quería preguntarte...

Shinji seguía intranquilo. Bueno, más que intranquilo, se podía decir que nervioso. Hablar de esto con su madre no se le hacía muy cómodo. No por la falta de confianza, sino por el echo de que ella es... ¿una mujer?

No, no es por eso. Quizás es porque ella siempre está diciendo "algún día te irás con una chica y dejarás de quererme". Shinji sabía que lo decía completamente en un tono humorístico, pero igual le afecta un poco, ya que escuchar esos comentarios...

No es que le moleste, pero es algo que le hace sentir mal. Él no sabe como es tener novia, y lo último que querría es que su madre no la aprobara en la familia. Su madre es la típica persona que no se calla nunca nada y que siempre está diciendo lo que piensa, aunque sea una tontería. Eso sí, si se tiene que disculpar lo hace. Es una persona que actúa impulsivamente. Es una de esas personas que piensan que la frase "es mejor pedir perdón que pedir permiso" es cierta. Eso sí, si conlleva un cambio y tienes consciencia de que tus actos no han sido los correctos.

Quizás por eso Shinji tiene miedo de hablar de esto con su madre, en cambio, con su padre todo sería más cómodo, ya que él soltaría alguna broma y después le daría algún consejo, pero ahora mismo él no está, y además, prefiere tener la opinión de una mujer.

—Hoy he quedado con una chica y...

—¿¡En serio!?

Yui, su madre, pareció saltar de la emoción, pero no fue tan exagerado.

—¡Shinji! ¡Eso es genial! —exclamó sonriente.

—¿E-Eh? 

El morocho estaba muy sorprendido, pero no tardó en comprender que la emoción de su madre se debía a que nunca había sucedido este acontecimiento histórico. Era como si los astros se hubiesen alineado por primera vez en mi vida.

—Ya estaba empezando a pensar que eras gay. —bromeó.

—¿Y-Yo? ¿G-Gay? —preguntó señalándose, y después se arrepintió de haber hecho ese gesto, así que bajó su dedo. —B-Bueno... me preguntaba si podías darme dinero y algunos... consejos. —dijo, echándole valor por fin.

—¡Por supuesto que sí! —exclamó aún sonriente. —Lo que debes hacer es ducharte, ponerte desodorante, colonia, pero solo un poco, luego comprar una rosa, ir a buscarla a su casa, llevarla, dejar que ella pase primero en la entrada, colocarle la silla para que se siente... ¡Básicamente, debes de ser un caballero!

Shinji se sorprendió ante todos los pasos que su madre le había dicho. Estaba de acuerdo en cada uno de ellos y le parecían correctos, pero tenía miedo ya que Asuka no era la típica chica.

—Pero... no sé si a Asuka le gustará eso...

—¿Asuka? ¿Así se llama? —preguntó sonriente, dando leves codazos a su hijo. —¡Jijiji!