XXIII

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Tengo una montaña rusa de emociones en mi corazón.
Siempre demasiado sensible.
Demasiado triste.
Demasiado feliz.
Demasiado indiferente.
Demasiado pasiva.
Demasiado apasionada.
Demasiados sentimientos.

Pero nunca suficiente.
Siempre luchando por entender que es lo que siento y porque lo siento demasiado, pero nunca sintiendo lo suficiente y entendiendo lo que pasa dentro de mí.

La belleza del amor y la dudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora