XXIX

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Querido diario:

Creo que ya aprendí la lección

Al menos para este capítulo de mi vida

Aunque no estoy muy segura de sí voy a usar lo que aprendí

Aun así, lo voy a compartir contigo

Aprendí que debo atreverme a hacer eso que se ve imposible de lograr aún si tengo miedo, que puedo tomarme unos minutos para llorar, para congelarme y para sentir ese miedo tan característico ante las nuevas experiencias y luego debo seguir como si nunca hubiera sentido ni una pisca de miedo.

Al final el resultado de esto siempre sorprenderá porque hay dos opciones: las buenas noticias llegan y las nuevas oportunidades se abren y aún si no logras el resultado que querías no te sientes del todo mal porque queda la satisfacción de que al menos lo intentaste.

Que no te rendiste y al menos lograste algo, aunque no fuera la respuesta que querías.

La belleza del amor y la dudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora