Serás mío Sultán Jeon /KOOKV

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Taehyung se levantó al día siguiente, y tanto Jenny como Lisa lo ayudaron a vestirse.

"Príncipe Taehyung, ¿desea desayunar en el comedor del palacio o en el jardín?", preguntó Lisa.

"En el jardín estaría bien. ¿Sabes si el príncipe Jungkook desayunará con nosotros?", inquirió Tae.

"Por lo que tengo entendido, no. Él se levanta muy temprano, desayuna y se va a su entrenamiento", informó Lisa.

"Oh, entiendo", respondió Taehyung decaído y luego con ojitos de cachorro triste, preguntó: "Lisa, ¿tú sabes la razón por la que me evita?"

"Él es así de frío y distante con todos, majestad", explicó Lisa.

"Lo entiendo, pero ya verás cómo quedará totalmente enamorado de mí", dijo Taehyung emocionado.

"Eso será muy difícil", advirtió Lisa con sinceridad.

"¡Sí, pero lo lograré! Ahora, vamos, que tengo que empezar a poner en marcha mi plan", exclamó Tae con determinación.

Después de desayunar, Tae se encontraba aburrido en el jardín y se le ocurrió la idea de buscar a Jungkook. Se encaminó hacia la zona donde entrenaban y, al verlo a lo lejos, quedó aún más enamorado.

"¿Cómo puede verse tan bien así sudado?", pensó Tae, dejando que su mente lujuriosa divagara por situaciones más intensas. Al darse cuenta, se sonrojó y mordió su labio. "Pero, ¿qué cosas piensas, Tae?", se reprendió a sí mismo mientras se acercaba a Jungkook.

Mientras tanto, Jungkook se encontraba con Eunwo. "Guau, qué hermoso ángel", comentó Eunwo. "No me dijiste que te trajeron un nuevo regalo para divertirte. Avísame cuando ya no lo uses, porque estoy muy interesado".

"Cuida lo que dices", respondió Jungkook seriamente. "Él es mi prometido. Nos casaremos pronto, y yo no comparto lo que es mío".

"Lo siento, primo, no lo sabía", dijo Eunwo, sorprendido, ya que su primo solía compartir co él  doceles de su harén cuando se lo pedía. Sin embargo, no reflexionó mucho sobre ello, supuso que se debía a que Tae era su prometido.

"Sí, como sea, ¿para qué habrá venido?", se preguntó.

"Hola, príncipe Jungkook, ¿podríamos hablar un momento?", dijo Tae con una sonrisa tierna.

"¿De qué tendríamos que hablar?", respondió Jungkook desinteresadamente, mientras observaba a su alrededor. Se percató de que los demás estaban mirando a Tae con lujuria, pero fingió que no le importaba. No entendía por qué se sentía molesto.

"Como sabrá, somos prometidos y pronto seremos esposos. Quiero llevarme bien con usted y también pedirle que me muestre el palacio", continuó Tae, pestañeando. Aunque era consciente de las miradas que recibía, no le importaba; supuso que eran por su belleza. 

Sin embargo, lo que sí le importó a Tae fue observar que, a pesar de los intentos de Jungkook por disimularlo, se le notaba el enojo debido a las miradas lascivas que le dirigían.

"No hay nada que hablar, solo seremos esposos por papel, más nada. Pide a alguien más que te haga conocer el palacio", declaró Jungkook con frialdad.

"Bueno, está bien, si así lo deseas. Nos vemos luego", dijo Tae mientras se retiraba. Sin embargo, se le ocurrió una idea, volvió y dijo: "Ey, tú, ¿me puedes mostrar el castillo, por favor?" lo dijo dulcemente a un esclavo.

"Claro que sí, príncipe. Yo encantado", respondió el joven esclavo, un apuesto rubio de ojos verdes.

"Gracias", expresó Tae feliz, abrazándolo.