El príncipe de Egipto Kim Taehyung es comprometido con el heredero al trono de imperio Otomano Jeon Jungkook
Kim Taehyung es un hermoso docel con apariencia de angel sus ojos son celestes como el cielo de verano, él es la luz de los ojos de su fami...
Tae subió a su habitación, lloró un rato y luego se durmió por un momento. Después, se despertó, se cambió y buscó un traje para la hora del almuerzo que lo hiciera lucir poderoso, ya que sabía que ese día tenía que llevar a cabo cosas importantes.
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"Bien, Tae, tú puedes con todo. Eres fuerte y valiente", pensó para darse ánimos.
"Atención, el Haseki Sultán Jeon Taehyung está aquí", anunciaron.
Taehyung bajó con elegancia por las escaleras hasta llegar al comedor. Allí solo se encontraba Jungkook, quien después de observarlo de pies a cabeza, lo miró seriamente.
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"Qué hermoso que es", pensó Jungkook. Por más que intentó encontrar algún defecto en él, no encontró ninguno. Tae irradiaba belleza y confianza.
"Bien, deja de mirarme así y dime tu respuesta", dijo Tae mientras se sentaba
"Haré lo que dices", respondió Jungkook, su voz resonando con seriedad "pero..."
Taehyung se levantó emocionado y le dio un piquito, sus labios apenas rozando los de Jungkook.
"Pero, ¿pero qué?", preguntó Tae, con una expresión de sorpresa.
"A cambio, quiero un hijo", dijo Jungkook, su tono de voz serio y decidido. Quería tener un hijo mientras era joven y ahora que el reino estaba estable, creía que era el momento adecuado para empezar una familia. Aunque no sentía amor romántico por Tae
"¿Qué? Pero es demasiado pronto", dijo Tae nervioso, sus ojos reflejando su preocupación. Apenas tenía 19 años y la idea de ser padre tan joven lo abrumaba.
"Todo es dar y recibir. Yo hago lo que quieres y tú me das algo a cambio, ¿qué dices?", planteó Jungkook, mirando fijamente a Tae.
"Está bien, acepto", dijo Tae finalmente, resignado a la situación. "Pero cierra hoy mismo el harén. Quiero estar presente en el proceso", agregó con determinación.
"Está bien", asintió Jungkook.
Al terminar de comer, se dirigieron al estudio de Jungkook y llamaron al encargado de redactar los decretos. Luego, fueron al harén para concluir el asunto.
"¡Atención! ¡Los Sultanes Jeon están aquí!", anunciaron al llegar al harén.
Todos los doceles y mujeres se formaron en una fila e inclinaron la cabeza en señal de respeto cuando Taehyung y Jungkook ingresaron.
"-El Sultán Jeon Jungkook decreta que el harén será cerrado".
"¡Qué! No puedes hacer eso", exclamó Mat mientras abrazaba a Jungkook, pero este lo apartó de inmediato.
"¡Cómo te atreves a tocarme sin permiso! ¡Soy el Sultán!", gritó Jungkook, su voz resonando con autoridad.
"¿Qué pasará con nosotros?", preguntó Beek, su mirada llena de incertidumbre.
"Serán designados para cumplir otras funciones en el palacio", respondió Jungkook.
"Así es, pero no en este palacio", interrumpió Tae, captando la atención de todos. Jungkook lo miró con sorpresa, esperando una explicación.
Tae se acercó, tomó la mano de Jungkook y le susurró que luego se lo explicaría.
"Todos irán al castillo de mi suegro, donde se les asignarán sus nuevas tareas", anunció Tae con determinación. "Excepto Mat y Suyi, quienes, por faltarme al respeto, serán llevados al calabozo. Y todos sepan que yo el Sultán Jeon Taehyung no perdono ni olvido "agregó con voz firme.
Tae tomó la mano de Jungkook y se marcharon juntos.
Una vez en su aposento.
"Guau, eso se sintió increíble", dijo Tae, su rostro radiante de felicidad.
Jungkook lo miraba con una mezcla de asombro y confusión. Aunque había presenciado la determinación y el poder de Tae, ahora lo veía como un niño emocionado después de lograr una gran hazaña.
"¿Por qué no me dices nada? ¡Felicítame! Papá Nam dice que cada vez que haga algo que requiera valentía, merezco felicitaciones y un regalo", dijo Tae, con una ceja alzada y haciendo un puchero. "Así que muévete, muévete rápido, felicítame", añadió, instando a Jungkook a actuar.
Jungkook no pudo evitar sonreír ante la expresión de Tae, quien lo miraba como si tuviera tres ojos.
"¿Qué pasa? ¿Por qué te quedas callado?", preguntó Jungkook, mientras intentaba procesar la dualidad de su esposo.
"Tú... Tú sonreíste, ¡me encanta! Ya no quiero felicitaciones de ahora en adelante, quiero una sonrisa de conejito tuya a cambio", dijo Tae feliz, dando saltitos de emoción. "¡Sí, sí, eso quiero! Hazlo de nuevo, por favor", añadió, moviendo sus pestañas de manera coqueta.
"No lo haré. ¿Qué obtengo a cambio?", preguntó Jungkook, con una ceja alzada.
"¿Qué te parece si, a cambio, te ofrezco recuperar nuestra noche de bodas?", propuso Tae con una sonrisa coqueta.
"Así", dijo Jungkook mientras lo agarraba de la cintura.
"Sí, ¿qué dices?", continuó Tae mientras comenzaba a desvestir a Jungkook.
"Me parece un trato justo", respondió Jungkook. "Además, tenemos un bebé por crear", añadió con una sonrisa.
"Sí", dijo Tae, antes de besar a Jungkook con pasión.
Ambos ya se encontraban en la cama totalmente desnudos.
Jungkook se encontraba chupando los pechos de Tae
"Me encantan tus pechos no puedo esperar a que estos tengan leche"
"Ah ah si papi me encanta sigue sigue" dijo Tae mientras le sujetaba del cabello.
"Date la vuelta bebé" dijo Jungkook.
Tae lo hizo de inmediato y Jungkook metió su miembro de una sola estocada.
"Ah ah haz-lo de nuevo papii"
Y Jungkook lo hizo de inmediato y lo penetro duramente hasta que sintió que el cuerpo de Taehyung temblaba lo cual significaba que ya había llegado a su orgasmo así que aceleró sus movimientos y se corrio en su interior.
Ambos se quedaron quietos un momento para recuperarse.
"Echate en la cama papi, bebé te hará sentir bien" dijo Tae con una sonrisa coqueta.
Una vez echados Tae monto la polla de Jungkook inicio dando saltitos suaves pero fue subiendo su intensidad mientras Jungkook amasaba su trasero y chupaba sus pechos.
"Ah, ah esto es increíble amo tu polla" dijo Tae "y lo mejor es que ahora es completamente mío" dijo Tae posesivamente.
"Jaja que posesivo eres" dijo Jungkook sujetando con fuerza su cintura.
"También amo tu sonrisa" dijo Tae.
Hicieron 8 rondas en total y se quedaron dormidos abrazados esperando el amanecer.
