El hijo de Neptuno -COMPLETO-

Capítulo 17

Capítulo 17

Reyna

"Redress the ranks...archers concentra tu fuego en el flanco izquierdo. Necesitamos devolver al enemigo." bramó Reyna.

Unos cuarenta y cinco minutos habían pasado desde que Bobby y los demás, menos Perseo, habían regresado de eliminar con éxito sus objetivos. A los monstruos cada vez más desorganizados les habían tomado casi veinte minutos reformar filas después de cruzar el tramo que había separado sus respectivas fuerzas. Los hombres de la Primera Legión hicieron que el monstruo pagara caro por esa marcha descuidada.

Habían pasado los últimos veinticinco minutos contratando al ejército contrario. Según su estimación, habían reducido los números de la oposición a la mitad. No lo habían hecho sin pagar en especie. La gran cantidad de criaturas la había obligado a extender la línea defensiva más de lo que ella también había planeado. Como resultado, algunos de los semidioses más nuevos habían sido requeridos para manejar posiciones frontales dentro de la pared del escudo. Esto había dejado el muro más vulnerable a la ruptura, y ya se habían producido varias infracciones que costaban la vida a varios semidioses.

"Manténgase enfocado...¡esto es guerra! Puedes estar enojado más tarde...ahora mismo necesitas mantener la calma. Esa es la mejor manera de preservar vidas.." La tranquilidad era más para ella que para sus tropas.

Su monólogo interno/externo terminó abruptamente. Otra apertura se había formado directamente frente a la posición que había tomado en el campo de batalla. Ella corrió hacia adelante lanza y escudo agarrado apretado. Un gran Hellhound había saltado hacia adelante, y saltando, empujó hacia atrás un contubernio de tropas mientras fijaba a uno de sus miembros.

Antes de que el enemigo pudiera moverse para llenar la brecha, se lanzó directamente hacia la bestia. Ella niveló su lanza, y ayudada por el impulso adicional proporcionado por el peso de su armadura, hundió la punta profundamente en el pecho de la criatura. Se estrelló contra el Hellhound con tanta fuerza que en realidad levantó al bruto del semidiós indefenso.

Una Empusa había sido solo un paso más lenta que ella. Ella aprovechó al máximo ese único paso. Su impulso aún no se había gastado por completo, y con lo que quedaba, balanceó su brazo de escudo hacia adelante golpeando la monstruosidad lamentable. Tal movimiento fue brutal, pero no fatal...generalmente.

Desafortunadamente para este Empusa su escudo había sido incrustado con Oro Imperial en lugar del Bronce Celestial habitual. La reacción fue violenta y instantáneo. La física la había ayudado a echar atrás al gran Hellhound; sin embargo, la física no era necesaria esta vez. Tan pronto como el Oro Imperial hizo contacto, su enemigo comenzó a disolverse.

Los enemigos adicionales que seguían la estela de los Hellhounds fueron arrojados al desorden cuando la arena dejada por su antiguo aliado fue arrojada de nuevo a sus ojos. Fue el resultado más favorable entre los muchos resultados posibles. Ella había eliminado enérgicamente dos amenazas y eludido casi una docena más.

Ahora se encontraba en una encrucijada...la capacitación estaba dictando su retirada inmediata.

Reyna habló sobre el caos de la guerra, "Olvídate de retirarme realmente mala semana."

El ligero puesto era todo lo que ella y sus hombres necesitaban para reformar la línea. Ella tomó su lugar en la pared, cerró su escudo y sacó su gladius. Reformaron filas un aliento antes de que el enemigo pudiera explotar tal debilidad en la pared del escudo.

Después de ver a la desventurada Empusa desintegrarse, los monstruos parecían formar un miedo saludable a su escudo. Ningún monstruo, si pudiera ayudarlo, se enfrentó a ella. Se dejó un vacío frente a ella, mientras el enemigo se enfrentaba a todos los demás a su alrededor. Las criaturas habrían estado mejor enfrentándola directamente.