El destino del reino está en juego mientras el Rey Draco lucha por el dominio de los Reinos Sagrados con su nueva Reina, Lady Hermione, a su lado. Obligada a dejar de lado sus creencias idealistas, deberá abrazar una realidad donde el orden y el cao...
CORONA BOREAL: Corona Borealis representa la corona hecha por el dios Hefesto que usó Ariadna el día de su boda.
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En vísperas de la boda de Hermione, el castillo cobra vida.
Un zumbido de emoción impregna el aire.
La magia emana de todas partes: las habitaciones de los invitados, los elfos domésticos que se preparan para la celebración y las capas adicionales de protección que aseguran el castillo. Es fácil olvidarlo hasta que Hermione se queda quieta y las sensaciones regresan a ella. Difícilmente omnipresente, pero de todos modos siempre presente.
Como lo ha hecho muchas veces desde su llegada, su Madre se acomoda en la cama de Hermione. Su presencia es un ancla en la tormenta.
Pero incluso ahora, Hermione no puede encontrar descanso.
Ella camina y contempla.
Ella escucha a los Abraxans y Thestrals relinchar ruidosamente desde su isla natal.
Cambiaría su alma por experimentar el mundo y la vida sin preocupaciones, ni siquiera soñando con ello.
Hermione permite que su imaginación vuele salvaje y libre.
Las posibilidades son infinitas.
Entonces la presencia de Draco invade su mente.
Así como ella siempre está con sus Damas o ahogada en planes de boda que no le importan, él está con sus consejeros o entrenando soldados y caballeros, estableciendo el orden en su nombre. Nunca están solos ni han hablado desde la noche bajo la luz de la luna.
Hermione se pregunta si mantiene la distancia a propósito.
Como si Hermione fuera el peligro que ella sabe que él es.
"Deberías acostarte a mi lado y descansar". La sugerencia de su madre hace pedazos sus pensamientos.
"No puedo. Tengo demasiado..."
Es una lucha describir lo que la agita. Llena sus venas y mantiene en ella un perpetuo estado de inquietud.
Su madre se levanta de la cama y se para en el camino de Hermione, bloqueándola cada vez que intenta esquivarla, luego coloca ambas manos sobre sus hombros. Usan ropa de cama de seda, pero la de Hermione no muestra las arrugas que surgen del descanso.
