Prologo

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En un rincón oscuro y olvidado de la ciudad, entre callejones estrechos y sombras danzantes, se alzaba un laboratorio clandestino que pertenecía a la misteriosa facción Cameraman. Dentro de sus paredes improvisadas, científicos, ingenieros y soldados se congregaban en torno a una máquina innovadora: el primer prototipo de teletransportación. Los rostros ansiosos de los presentes reflejaban una mezcla de emoción y nerviosismo ante lo que estaban a punto de presenciar. Después de meticulosos preparativos que abarcaban casi una hora, el momento crucial finalmente llegó.

Justo cuando estaban a punto de encender la máquina, la calma se vio abruptamente interrumpida por una serie de explosiones que sacudieron los cimientos del laboratorio. De entre los escombros emergieron los Skibiti, determinados a eliminar cualquier rastro de sus enemigos. La batalla estalló con ferocidad, con  disparos y pelea que resonaban en el aire, poco a poco los Skibiti ganaban terreno.

A pesar del caos reinante, los científicos lograron abrir el portal de teletransportación y la mayoría de la facción Cameraman se apresuraron a ingresar antes de que los Skibiti pudieran detenerlos. Sin embargo,  uno de los híbridos Skibiti rapidamente logró romper el panel de control que manejaba la máquina.

En un giro inesperado, el portal comenzó a fallar y cambió de color en lugar de cerrarse. En ese momento crítico, los últimos refuerzos de la facción Camera llegaron justo a tiempo para ingresar al portal antes de que este se cerrara por completo, llevándolos a un destino desconocido.

Mientras tanto, los Skibiti se preparaban para saquear el lugar, de repente, resonaron sonidos de algunas bombas cerca. Antes de que los enemigos pudieran reaccionar, el lugar fue sacudido por una potente explosión que desató el caos y la destrucción, reduciendo el laboratorio a escombros y cenizas.

mientras Del otro lado del portal, en un mundo desconocido, un pequeño grupo emergió, desconcertado y desorientado. Estaba compuesto por cuatro individuos: R.O.B., Un cameraman normal, A.L.E.X., un cameraman large, S.A.M., un científico y T.E.D., el ingeniero.

Después de sacudirse el polvo de la teletransportación, los miembros del equipo se miraron entre sí, evaluando su situación.

"¿Dónde estamos?", preguntó el large cameraman, mirando a su alrededor con incredulidad.

"Ninguna idea, pero tenemos que encontrar una forma de regresar a casa", respondió el científico, examinando su entorno con atención.

Caminaron durante lo que pareció una eternidad, con el large cameraman y el cameraman normal liderando el grupo mientras el científico y el ingeniero se mantenían vigilantes en la retaguardia. Después de varios minutos de exploración, divisaron una cabaña en la distancia.

"Quizás encontremos respuestas allí", sugirió el ingeniero, señalando hacia la cabaña.

Al acercarse, se encontraron con un panorama desolador: varios cuerpos yacían inertes en el suelo, víctimas de un ataque. El científico se apresuró a verificar si había algún sobreviviente mientras que el cameraman normal avistó una arma y no dudo en, recogerla  para su defensa.

"¡Esto no parece un buen augurio!", exclamó el large cameraman, examinando los cuerpos con tristeza.

Los tres camaraman decidieron entrar, excepto el cameraman large debido a su tamaño. Al adentrarse, se encontraron con una escena aún más macabra en su interior: los cuerpos estaban dispuestos como trofeos de caza en un matadero de animales, lo que provocó un escalofrío que recorrió sus espaldas. A pesar del horror, continuaron explorando, asegurándose de no dejar ningún enemigo oculto en el interior.

Después de un breve descanso, el grupo decidió seguir adelante, siguiendo un sendero que los llevó hasta una mansión . Con cautela, ingresaron al edificio, dividiéndose en dos equipos: el cameraman y el científico se adentraron en busca de supervivientes, mientras que el large cameraman y el ingeniero exploraban los alrededores en busca de suministros y posibles amenazas.

"Esto parece un lugar prometedor para encontrar algo útil", comentó el large cameraman, inspeccionando los alrededores con atención.

"Estén alerta, no sabemos qué peligros nos esperan", advirtió el ingeniero, manteniendo su arma lista para cualquier eventualidad.

En una de las habitaciones, el cameraman y el científico encontraron un arsenal de armas y equipo militar abandonado.

"Esto nos será útil", dijo el cameraman, recogiendo un rifle y comprobando su carga.

"Estoy de acuerdo. Debemos prepararnos para cualquier situación", asintió el científico, asegurando una mochila con suministros.

Mientras tanto, el ingeniero se dedicó a crear un escudo improvisado utilizando los recursos disponibles, brindando una capa adicional de protección al equipo.

"Con esto, al menos tendremos una pequeña ventaja si nos encontramos con problemas", comentó el ingeniero, ajustando el escudo en su lugar.

Al salir de la mansión, el grupo se encontró con un soldado herido que se arrastraba penosamente por el suelo. Sin dudarlo, lo ayudaron a llegar a un lugar seguro dentro de la casa, donde el científico utilizó sus conocimientos médicos para estabilizarlo y tratar sus heridas lo mejor que pudo con los escasos recursos disponibles.

Con el soldado herido a salvo por el momento, el grupo decidió pasar la noche en el lugar donde se encontraban. Al despertar al día siguiente, el único soldado herido se incorporó con precaución, recordando vagamente el enfrentamiento con el enemigo que lo dejó malherido. Al examinar su herida, notó que estaba cuidadosamente vendada y se sorprendió al descubrir que alguien lo había tratado durante la noche. Agradecido por el gesto, se preparaba para buscar a sus compañeros cuando escuchó pasos acercándose.

y el soldado se volteo y vio a Un ser humanoide, vestido con una bata blanca sobre un traje negro, se acercaba con pasos decididos. Su aspecto era extraordinario: pantalones blancos, guantes y zapatos negros, pero lo más sorprendente era su cabeza, que se asemejaba notablemente a una cámara de seguridad.

"¿Quién... quién eres tú?", preguntó el soldado, observando con cautela al extraño ser que se acercaba.

El humanoide detuvo su avance, mostrando un gesto de calma en su rostro. "No temas, soldado. Soy amigo, no tu enemigo", respondió con voz tranquila, con una tonalidad mecánica en su timbre.

El soldado frunció el ceño, evaluando al ser con atención. "¿Qué eres tú? Nunca he visto algo como tú antes."

El ser humanoides se ajustó la bata blanca sobre su traje negro, observando al soldado con curiosidad. "Soy SAM, un científico de la facción Camera.," explicó con calma.

El soldado arqueó una ceja, sorprendido por la revelación. "¿Facción Camera? Nunca he oído hablar de ellos."

A.L.E.X. inclinó ligeramente la cabeza, explicando toda la historia y respodiendo  las preguntas de su nuevo compañero, El soldado quiso preguntar quién fue el responsable de su creación, pero S.A.M. le comentó que era información confidencial. Sin embargo, el científico hizo algunas preguntas que el soldado no tuvo problemas en responder.

La tarde caía sobre el pintoresco pueblo mientras el soldado manejaba el carruaje con suma precaución. La discreción era clave; no podían permitirse levantar sospechas entre los ciudadanos ya que  estos pueblerinos lo tomaria como monstruos humanoides hecho de metal. Los cameraman, R.O.B., A.L.E.X., S.A.M. y T.E.D., permanecían atentos, ocultos dentro del carruaje, mientras el paisaje urbano pasaba ante ellos.

A través de las calles empedradas y las casas de estilo antiguo, el soldado guiaba con habilidad, evitando cualquier mirada indiscreta que pudiera comprometer su misión. Finalmente, el carruaje se detuvo en una ubicación apartada, donde se divisaba un gran taller oculto entre las sombras de la tarde.

"¿Estamos seguros aquí?" preguntó A.L.E.X., con una nota de precaución en su voz.

El soldado asintió solemnemente. "Sí, casi nadies conocen este lugar. Estarán a salvo aquí por un tiempo".

Los cameraman agradecieron la discreción del soldado, conscientes de la importancia de mantener un perfil bajo en su peligroso trabajo. Una vez que el soldado se retiró del lugar y estuvo lo suficientemente lejos, murmuró en voz baja: "Espero que no encuentren el sótano secreto".




un grupo de faccion caia enDonde viven las historias. Descúbrelo ahora