CAPITULO 2

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Mientras los ingenieros Skibiti trabajaban en la construcción de su base, el Comandante G-Man Toilet observaba con satisfacción cómo progresaba la obra, vislumbrando la conquista de la nueva región. Apreciaba el despliegue de sus tropas y el establecimiento de su control, pero era consciente de la necesidad de actuar con cautela para evitar despertar la resistencia de los habitantes locales.

Decidido a asegurar el éxito de su empresa, el G-Man Toilet ordenó a sus soldados recopilar información y saquear recursos de los pueblos cercanos. Reconocía la importancia de garantizar el suministro de materiales y alimentos para mantener a sus tropas mientras consolidaban su posición.

Mientras tanto, los Skibiti, bajo el liderazgo del Comandante, avanzaron hacia un pueblo cercano y comenzaron a invadir y saquear todo lo que podían. El G-Man Toilet no desaprovechaba la oportunidad de destruir todo lo que consideraba necesario para mejorar su dominio sobre la región.

Habían pasado unos días desde que los informes sobre la destrucción de varios pueblos llegaron a manos de la comandante Esdeath. Conocida por su implacable liderazgo y su habilidad en combate, Esdeath decidió tomar cartas en el asunto personalmente. Sin saber quién o qué era el responsable de las masacres, organizó una tropa de élite y se dirigió hacia los pueblos devastados para investigar.

Al llegar al primer pueblo, la escena era desoladora. Las casas estaban en ruinas, el aire cargado con el olor quemado de la destrucción. Esdeath dio la orden  a su ejercito de dispersarse para buscar pistas sobre lo que había ocurrido. La comandante, con su mirada aguda y su determinación férrea, comenzó a examinar el terreno en busca de cualquier indicio que pudiera arrojar luz sobre los responsables.

Caminando entre los escombros, Esdeath notó unas huellas inusuales en el suelo, marcadas como si algo pesado y mecanizado hubiera pasado por allí. Se agachó para examinarlas más de cerca, frunciendo el ceño al ver que no se parecían a nada que hubiera visto antes. Siguiendo las huellas, llegó a una área abierta donde pudo escuchar un ruido extraño, un idioma desconocido que resonaba en el aire.

Siguiendo el sonido, Esdeath avanzó con cautela, y de repente, un ser mecánico emergió de entre las ruinas. Era una criatura como nunca antes había visto: un toilet con patas de araña, armado con una metralleta. Al verla, el toilet araña apuntó su arma y comenzó a disparar sin previo aviso.

Esdeath reaccionó instantáneamente, esquivando los disparos con agilidad y utilizando su poder para crear una espada de hielo. En un movimiento fluido, fue dirigido a hacia la criatura, dando un golpe certero que lo daño gravemente. El toilet araña se desplomó al suelo, chisporroteando y derramando su propia sangre.

La comandante se acerco y observaba el extraño ser a sus pies. Nunca había visto algo así y su mente se llenó de preguntas. Decidida a obtener respuestas, se agachó junto a un debil  toilet araña e intentó interactuar con él.

"¿Quién te envió? ¿Cuál es tu propósito aquí?", preguntó con voz firme, esperando alguna respuesta coherente.

El toilet araña, aunque claramente dañado, parecía tener una especie de mecanismo de comunicación aún activo. Emitió una serie de sonidos  y después, en un idioma desconocido para ella, pronunció algo que sonaba como una advertencia o un comando repetitivo.

"¿Quién te envió?", insistió Esdeath, su paciencia empezando a agotarse. Pero la criatura no respondió de manera comprensible, repitiendo las mismas palabras sin sentido para ella.

Frustrada por la falta de respuestas, Esdeath alzó su espada de hielo una vez más y la clavó en la cabeza del toilet araña, terminando con su vida. Los restos del ser se apagaron con un chisporroteo final, dejando a Esdeath con más preguntas que respuestas.

un grupo de faccion caia enDonde viven las historias. Descúbrelo ahora