Después de varios días en el taller, el equipo de la facción Cameraman se encontraba reunido. El ingeniero cameraman y el científico tenían los planos listos para la elaboración de más camareras, pero decidieron optar por crear un único prototipo humanoide con el propósito de infiltrarse en el pueblo y establecer un negocio de reparaciones para obtener ganancias. Su objetivo era utilizar esas ganancias para construir un pequeño ejército. Mientras avanzaban en la estructura esquelética del prototipo, se dieron cuenta de que les faltaban materiales y herramientas adicionales para completar el proyecto. Por lo tanto, decidieron convocar a los demás miembros del equipo para discutir quién sería el más adecuado para salir al pueblo en busca de lo necesario.
"Como habrán notado, nuestro proyecto está avanzando, pero nos enfrentamos a una escasez de materiales y herramientas necesarias para completar el cuerpo humanoide", comenzó el científico, mirando a cada uno de sus compañeros. "Necesitamos alguien que vaya al pueblo a adquirir lo que necesitamos, pero debemos ser cautelosos para evitar llamar la atención. La gente del pueblo podría ser hostil hacia nosotros si descubren que somos diferente a ellos."
El grupo asintió en acuerdo, consciente de los posibles riesgos que enfrentarían al mezclarse con la población local.
"¿Quién se ofrece como voluntario para esta tarea?", preguntó el cientifico, mirando al grupo con seriedad.
Hubo un momento de silencio mientras cada miembro del equipo reflexionaba sobre la situación. Finalmente, fue el ingeniero quien rompió el silencio.
"Creo que yo sería el más indicado para ir", propuso el ingeniero. "Con mi experiencia en el manejo de herramientas y materiales, creo que puedo determinar exactamente qué necesitamos y encontrar los suministros más adecuados."
Antes de que pudiera seguir, R.O.B., se levantó de su asiento. "Yo iré contigo, compañero. Dos cámaras son mejor que una, ¿no es así?".
El ingeniero asintió y ambos comenzaron a prepararse para su misión. Se pusieron sus túnicas que cubrían todo nuestro cuerpo, junto con unas máscaras, y se aseguraron de llevar consigo una lista detallada de los materiales necesarios.
Al llegar al pueblo con sus capuchas para ocultar sus rostros, el ingeniero y el camarógrafo se desplazaron con cautela entre la multitud, procurando no llamar la atención. Aunque su disfraz parecía funcionar en su mayoría, algunas personas miraban con recelo las figuras encapuchadas que se movían por las calles. Con sigilo, exploraron los puestos del mercado, adquiriendo discretamente lo necesario para su proyecto.
Sin embargo, mientras se dirigían a otra tienda en busca de los últimos objetos restantes. Cerca de ellos, una pareja cargaba mercadería hacia su carruaje, mientras su pequeño hijo jugaba con una pelota cerca de la calle. El pequeño, ajeno al peligro, comenzó a correr hacia la calle, sin percatarse de que un carruaje se acercaba rápidamente.
T.E.D., alertado por la situación, actuó con rapidez y logró alcanzar al pequeño justo a tiempo, tirando de su polo para evitar que fuera atropellado. Sin embargo, el repentino movimiento hizo que los caballos del carruaje relincharan nerviosamente, y el conductor se quejó mientras detenía a los animales para luego irse.
La madre del niño, quien había notado su ausencia, corrió hacia ellos con lágrimas en los ojos. Abrazó a su hijo con fuerza, agradecida de que estuviera a salvo, mientras el padre se unía a ellos, expresando su gratitud hacia el ingeniero y el cameraman por salvar a su hijo.
"¡Gracias! ¡Muchas gracias por salvar a nuestro hijo!" exclamó la madre, con la voz entrecortada por la emoción.
"¡No hay de qué! Estoy feliz en poder podido ayudar", respondió el ingeniero, sintiendo el peso del alivio al ver que el pequeño estaba ileso.
El padre se acercó, extendiendo su mano en señal de agradecimiento. "Les debemos mucho. Por favor, díganos si hay algo que podamos hacer por ustedes. ¿Necesitan algo en particular?"
El ingeniero reflexionó por un momento, recordando la lista de materiales que aún necesitaban para completar el cuerpo humanoide. "De hecho, necesitamos algunas herramientas para nuestro proyecto. ¿Sabe usted dónde podríamos conseguirlas?".
El hombre asintió con una sonrisa. "¡Por supuesto! Tengo una tienda donde vendemos cualquier tipo de piezas. ¡Suban, les mostraré lo que tenemos!".
Con gratitud, el ingeniero y el cameraman se subieron al carruaje asi el padre condujo hacia su tienda, en el camino Los padres, se presentaron como Ana y Juan, mientras que el ingeniero y el cameraman revelaron sus nombres como T.E.D. y R.O.B., respectivamente. Todos se dirigieron a la tienda del padre, agradecidos por su generosa oferta de ayuda.
Una vez dentro de la tienda, T.E.D. y R.O.B. comenzaron a revisar las herramientas disponibles mientras Ana y Juan observaban con curiosidad. Pronto, Juan notó las capuchas que cubrían por completo a los visitantes y no pudo evitar preguntar sobre ellas.
"Disculpen la pregunta, pero ¿por qué llevan esas capuchas que ocultan sus rostros?" preguntó Juan con un tono de curiosidad.
"Es por órdenes del jefe" "Tenemos que mantener un perfil bajo y evitar llamar la atención mientras llevamos a cabo este proyecto. Es una medida de seguridad para todos nosotros.", explicó T.E.D.
Ana y Juan asintieron comprensivamente, aceptando la explicación del ingeniero. Aunque todavía se sentían intrigados por la naturaleza del proyecto, decidieron no presionar más sobre el tema.
Mientras tanto, R.O.B. examinaba cuidadosamente buscando aquellas que fueran adecuadas para el proyecto. Después de un breve momento de deliberación, seleccionó los objetos de alta calidad y las colocó sobre el mostrador.
"Estos son perfectas para nuestras necesidades", dijo R.O.B. con satisfacción, dirigiéndose a T.E.D. para confirmar su elección.
Juan observó con interés, intrigado por el proyecto en el que estaban trabajando T.E.D. y R.O.B. "¿Puedo preguntar qué tipo de proyecto están realizando?" preguntó con curiosidad.
T.E.D. intercambió otra mirada fugaz con R.O.B. antes de responder diplomáticamente. "Es un proyecto científico confidencial. No podemos revelar demasiados detalles en este momento", respondió con amabilidad.
Juan asintió comprensivamente, respetando la privacidad de los visitantes. "Entiendo. Bueno, espero que tengan éxito en su proyecto. Y gracias de nuevo por ayudar a nuestro hijo."
Ana y Juan despidieron a T.E.D. y R.O.B.. con gratitud mientras se preparaban para pagar por las cosas seleccionadas. T.E.D. y R.O.B. agradecieron a Ana y Juan por su ayuda y salieron de la tienda y de frente fueron al taller.
En un lugar distante, un portal gigantesco se abrió de repente, y del mismo emergieron variedades de Skibiti. Estos seres, armados hasta los dientes. Entre ellos, destacaba una figura gigantesca: el G-Man Toilet, el comandante de los Skibiti, quien observaba con frialdad el panorama que se extendía a su alrededor, mientras sus tropas se dispersaban en todas direcciones.
Los ingenieros Skibiti actuaron con rapidez, estableciendo una base provisional para coordinar sus esfuerzos y asegurar su control sobre la zona recién conquistada. Mientras tanto, tanto los helicópteros Skibiti como algunos de los Skibiti voladores se desplegaron en el aire, patrullando los alrededores en busca de cualquier indicio de resistencia. Su misión era clara: eliminar cualquier amenaza potencial y asegurar la futura base de operaciones. Los ingenieros Skibiti trabajaron incansablemente, utilizando todos los recursos disponibles para construir su nueva base desde cero .
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un grupo de faccion caia en
Fanfictionun grupo de cameraman por accidente fueron teletransportado a otro mundo, que le espera a estos personajes y como regresara asu hogar