ÁGAPE: Cuando los hilos se rompen.

14.

Jaewon se llevó la copa a los labios mientras escuchaba a Hyejin hablar. Daban las siete en punto. Desde los grandes ventanales de la casa de Sunny podía verse la puesta de sol.

—Entonces, se tropezó y desgarró mi vestido, que era una edición limitada y era muy costoso. Él no tenía el dinero suficiente para pagar su desastre, pero era muy lindo y le dije que si trabajaba como modelo para mí, pagaría su deuda. Y con el tiempo me enamoré de él, así que ahora llevamos dos años juntos.

Hyejin llevaba una hora contándoles a Jaewon y a Sunny sobre su vida amorosa y cómo creía que tenía relación con su signo zodiacal. Al parecer, ser piscis te hacía dar mucho y recibir poco. En cambio, ser sagitario era una desgracia.

—¿Hyunjin y tú son hilos rojos? —preguntó Jaewon.

Hyejin negó con la cabeza.

—No, aun no sé quién es mi hilo rojo. Y, siendo sincera, no me preocupa, no es la gran cosa. O tal vez sí, pero no es tan importante para mí. Me gusta vivir relaciones que sé que van a terminar.

Jaewon frunció el entrecejo, intrigado. Sunny, quien bebía jugo de arándanos, sonrió al escucharla.

—¿Por qué?

Jaewon se quedó esperando una respuesta trascendental, con un significado profundo que cambiaría su vida. Ella era una persona talentosa y exitosa, seguro que tendría algo interesante para compartir. Pero olvidó que Hyejin estaba apenas funcionando con siete copas de vino encima.

—Por la anécdota —respondió Hyejin con expresión seria. Luego estalló en carcajadas.

Jaewon la miró, desconcertado. Sunny la acompañó en su risa. Hyejin se tambaleó en la silla y cayó hacia atrás, causando que ahora sí Jaewon riera.

—Estoy bien, estoy bien —aclaró mientras se levantaba e intentaba arreglarse la ropa.

Una vez se sentó, los tres se quedaron en silencio. Sunny se inclinó hacia adelante y estiró el brazo para alcanzar la caja de jugo de arándano.

—¿Y tú, Sunny? —dijo Hyejin.

—¿Yo?

—Jaewon ya nos contó que tiene un novio que ama y que sus hilos están rotos. —Hyejin miró a Jaewon para confirmar. El asintió—. ¿Tú qué tienes para contarnos sobre tu vida amorosa?

Sunny tomó un sorbo de jugo y se llevó un mechón de pelo detrás de la oreja. El leve sonrojo de sus mejillas delataba que se había puesto tímida.

—Bueno, mi última relación fue hace un año, creo. Era un italiano que conocí cuando estudiaba en la universidad y por azar del destino nos reencontramos en la Fashion Week de Nueva York...

—¿Estuviste ahí? —interrumpió Hyejin. Sunny asintió con la cabeza—. Yo también.

—Qué coincidencia —respondió Sunny con una sonrisa y prosiguió—: Como decía, nos reencontramos y decidimos llevar una relación a distancia, pero, como era esperado, no funcionó. Así que lo dejé. Es una pena porque era bastante inteligente y me gustaba estar con él.

—¿Tuviste muchos novios en tu tiempo en el extranjero? —preguntó Jaewon.

Sunny se mordió la esquina del labio inferior y desvió la mirada, pensativa.

—Si se les puede decir así, sí —dijo al fin—. Pasé de relación en relación, con chicos, con chicas, con los dos al mismo tiempo...

—¿Eres poli? —dijo Hyejin con un gesto de sorpresa bien formado.