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ANNABETH
— Oh, esta con el chico nuevo, Percy. — Luke me respondió algo despreocupado, al parecer no entendía la SITUACIÓN.
— Dioses...¿sabes a donde fueron? — el morocho negó. — Oh, gracias por la ayuda Luke, supongo.
Salí de la cabaña 11, buscando a Alice. Necesitaba contarle algo acerca del nuevo chico, pero al parecer se me adelantó.
Los busque por un buen rato, y cuando los encontré estaban charlando tranquilamente, normalmente Alice no charla así con chicos.
— ¡ALICIA! TE ESTUVE BUSCANDO. — la pelinegra se sobresaltó, pero al mirarme sonrió dulcemente... amaba su sonrisa. Al parecer el nuevo se sorprendió de que Alice me sonrió, no lo hace seguido.
— Hola Annie. Le estaba dando un recorrido a Percy, le estaba diciendo quede con Luke y contigo de ir a la playa mañana. — oh no, por favor dioses, que Alice no estuviera pensando en invitarlo porque la voy a ASESINAR. Por eso, antes de que pudiera decir una palabra más, la interrumpí.
— Oh, eso esta bien. Vamos a cenar Ali, se hace tarde — la agarré del brazo, alejándola de la peste humana, sin dejarla despedirse.
Al llegar al comedor nos sentamos juntas, como de costumbre. Todavía no hay cabaña ni mesa para mi amiga, por lo tanto Alice duerme en una de las habitaciones de la casa grande, y cena en la mesa que quiera, ventajas supongo.
— Annie, ¿estás bien? ¿Qué fue eso?
¿Cómo que "Qué fue eso"? Se supone que hoy entrenaríamos juntas, pero ella estaba con el nuevo. Realmente no se que me pasó, solo reaccioné así y siendo sincera, no me arrepiento.
— Estoy bien Alice, no te preocupes. Comamos, tengo hambre. — dije mientras me serviría algo de ensalada en mi plato, para hacer lo mismo en el plato de Alice. Luego de tantos años, conocía a Alice bastante bien, aveces mejor que ella misma. Sabía solo por su cara lo que le pasaba o lo que quería comer, supongo que de tanto estudiar sus facciones, me quedó grabado. Nos levantamos a hacer la ofrenda y tiré un trozo de la carne más jugosa.
— Afrodita... ayúdame por favor. —- susurré débilmente, realmente necesitaba saber que me pasaba.
Alice era la única amiga verdadera que tenía en el campamento, la única persona que realmente se preocupaba por mi y la única persona que realmente me importaba mas que nada. Desde que la conocí mi corazón dió un vuelco, se podría decir que la ame desde el principio. Para mí, ella era la mujer más hermosa en el mundo, pero no podía arriesgarme a perderla... no cuando es lo único que tengo. Supongo que tendré que verla enamorarse, mientras yo la amo en secreto... pero eso es lo que hacen los amigos, ¿cierto?
