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Abrió los ojos de a poco observando todo a su alrededor, estaba de nuevo en aquel cuarto que tanto odiaba, pero esta vez había regresado por su cuenta.

Volteo a ver el otro lado de la cama, pero no encontró al dueño de ese lugar, estaba un poco confundido ¿Tan dormido estaba que no sintió cuando se fue? ¿O seguía en la casa?

Se levanto y dirigió a la cocina en donde no vio a nadie, así hizo con el resto de la casa donde obtuvo el mismo resultado, el veteado no se encontraba dentro de la vivienda lo cual alegro a Infinite

Este se dirigió al baño, donde abrió la ducha dejando caer el agua y donde se despojó de sus prendas adentrándose en aquel cuadrado con paredes de cristal; se dio una ducha rápida, mayormente para quitarse la suciedad que trajo la noche anterior después de aquella carrera consigo mismo. Cerro el agua para luego sacarse con su toalla y volvió a la cocina para poder comer algo, al verla hora se sorprendió un poco, ya era medio día, al terminar se sentó en el sofá dejando el plato sobre la mesita ratonera de vidrio, entendió la televisión y busco algo para ver.

-Nada... nada... nada- Decía cada que pasaba un canal sin algo interesante para ver, hasta que paro en un canal de noticias-

Su rostro aparecía juntó al presentador "Se busca vivo o muerto" las palabras de aquel erizo resonaron en su cabeza, no mintio cuando le dijo que lo buscaban por todas partes, de un momento a otro y como si le hubieran leído la mente, el azabache apareció junto a una murciélago albina y un robot, este estaba rodeado de micrófonos los cuales tenían marcas de distintos canales.

-Estamos haciendo todo lo posible por encontrarlo- La voz del erizo lo hizo estremecer-

-¿Tienen alguna idea de donde puede estar? - Hablo uno de los reporteros

-Teniendo en cuenta su naturaleza, se debe estar ocultando en lugares poco poblados u oscuros-

-¿Creen que este de regreso con Eggman? - Pregunto otro reportero

Sus orejas se alzaron, nunca se le paso por la cabeza la idea de regresar con el gordo, era una buena idea, aunque corría riesgo de ser rechazado y enviado a la basura como siempre hacia con los robots defectuosos, siguió viendo las noticias mientras terminaba de comer, al terminar apago la tele y dejo el plato en el fregadero.

No tenía mucho para hacer en aquella casa, si bien era grande y estaba bien equipada, no tenía cosas como para entretenerse

De la nada su vista volteo a la puerta de salida ¿Y si trataba de escapar de nuevo? Se quedo frente a esta unos minutos

-No es seguro, me buscan hasta por debajo de las rocas- se respondió a si mismo, aparte de no estar seguro, tampoco confiaba en el veteado

La idea de que el oscuro lo volviese a encontrar y torturar de peor manera lo paralizaba y hacía pensar las cosas dos veces.

Dejo de lado el pensamiento de salir de la seguridad que le proporcionaba aquella casa, se dirigió al cuarto nuevamente y en su necesidad por no morir de aburrimiento se puso a inspeccionar todo lo que había allí, dejo los zapatos y guantes a un costado para comenzar con su búsqueda.

No hubo sitio donde no mirara, abrió los cajones de ambas mesitas de luz donde solo encontró cosas como guantes, medias, anillos y un par de condones nada nuevo, reviso bajo la cama solo vio un par de juguetes que antes habían usado en una de esas tantas noches de sufrimiento para su orgullo; siguió con los muebles, las colchas, incluso presiono las paredes por si alguna trampilla se abría, pero no tuvo resultado, exhausto se hecho en la cama quedando boca arriba.

PrisioneroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora