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Camino por los pasillos hasta toparse con un gran ordenador el cual reflejaba los bio datos de una criatura y a su costado en una pequeña capsula una piedra preciosa de color amarrillo

Desanimado por perder la pelea se acomodo en su silla y comenzó a teclear algo en su computador, esto hizo despertar a sus dos secuaces, los cuales se acercaron a el

- ¿Qué tal le fue señor? ¿logro recuperar a Infinite? – pregunto muy confiado en si mismo un pequeño robot cuadrado-

-No crees que, si estuviese de nuevo, estaría junto al doctor- hablo el otro robot, siendo este redondo y de un rojo brillante-

- ¡Oh si! Tiene sentido Orbot- pronuncio entusiasmado-

- ¡Cállense un rato quieren! – Exclamo molesto Eggman ante los comentarios de sus creaciones- Shadow no me permite acercarme ni a su casa ni mucho menos a Sonic, me estoy quedando sin opciones-

Ante tales palabras las puertas se abrieron dejando ver una abollada versión metálica del erizo azul favorito de muchos

Este camino cojo hasta quedar frente al doctor, el cual miraba espantado lo que le habían hecho a su más preciada creación

Rápidamente fue llevado a la sala de arreglos donde el gordo guardaba múltiples piezas que encajaban a la perfección con su armazón

- ¿Lograste algo? - pregunto mientras soldaba un nuevo brazo-

Metal Sonic negó con la cabeza, no pudo seguir al pie de la letra el plan dictado por su creador, todo por culpa de ese patético lobo rojo y su equipo.

Soltó el agarre del gancho cayendo de pie en aquella superficie, miro a su alrededor, parecía que el área fue evacuada antes de que el llegase

Hacia tiempo que no visitaba Metrópolis, desde que formo parte de la primera resistencia quizás

Pronto vio llegar a su equipo y con ellos, antiguos compañeros, cadetes que se retiraban tras cada pelea que había contra el chacal, muchos lo miraban feo y enojados

A nadie se le cruzo por la cabeza que aquel lobo, al cual le temblaban las patas en pelea, llegaría tan lejos y ahora seria jefe de los escuadrones que el G.U.M mandaba cuando había algún ataque

-Miren quien esta aquí, pero si sigues vivo- exclamo en voz alta un Alcón color verde claro-

Soltó una pequeña risa- Cuanto tiempo Ash ¿Cómo te encuentras? – se dio un fuerte apretón de manos con el otro macho, llevaban tiempo sin verse-

-Mejorando, veo que tú también- miro las cicatrices que ahora portaba el lobo, siendo la mayoría en sus brazos-

-Ah esto... son de la última batalla, fue difícil sin Sonic al frente- los recuerdos cruzaron su mente, aunque algunos son borrosos por la adrenalina del momento-

- ¡Chicos! - su voz afeminada llamo la atención de quien quería-

- ¿Fushia? ¿Sigue viva? – pronuncio confundido el Alcón, la ultima vez que la vio fue cuando se retiró del batallón gravemente herida-

-abrazo feliz a ambos machos- me alegra tanto de volver a verlos, creí que no la contaría-

-Estoy feliz de verlos nuevamente, pero tenemos trabajo que hacer- se alejo un poco de sus amigos y miro en dirección a los demás soldados- ¡Se ha visto a Metal Sonic por la zona, tal parece que ya han evacuado a los civiles, exploren la zona en busca de algo que pueda dar indicios de algo extraño-

PrisioneroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora