3 En El Río.

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—Debe hacer un plan de contingencia, quizá pueda contra el consejo o contra su padre, pero, debemos aceptar que hay situaciones que no logramos ingeniar y nos toca ser creativos para lograr salir limpio lo lo menos ileso

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—Debe hacer un plan de contingencia, quizá pueda contra el consejo o contra su padre, pero, debemos aceptar que hay situaciones que no logramos ingeniar y nos toca ser creativos para lograr salir limpio lo lo menos ileso.—

El joven príncipe se quedó con esas palabras en la mente, pero decidió ir a entrenar, necesitaba con urgencia esclarecer la mente y así poder decidir sin ningún tipo de remordimientos.

—Muy bien joven amo, ahora a meditar, el entrenamiento duró bastante en esta ocasión.— Halago Jiayi a su amo mientras le daba una toalla y un poco de agua para que el menor pudiera refrescarse.

—¿Con un incienso será suficiente?— preguntó el menor con la esperanza de poder descansar antes mientras relajaba su cuerpo después de todo ese entrenamiento.

El mayor observó el cansancio de su pupilo, estaba de acuerdo en decir que el menor siempre se esfuerza en los entrenamientos, por lo que pocas o ningún tipo de reproche tenía para el menor, pero, también debe ser estricto, el joven había hecho un gran trabajo, pero se acercaba la hora de incrementar la energía del menor y para ello, su cuerpo debía ser apto para toda la energía que el menor recibirá a través del ritual del Sol.

Suspiro. —Solo por hoy, mañana debe durar más el entrenamiento, su cuerpo debe ser capaz de recibir el ritual.—

El menor solo suspiro mientras asentía, se colocó en posición de loto mientras permitía que la energía Yin y la energía Yang se fusionarán para fortalecer su núcleo y sus meridianos.

Habían pasado algunos días, Wen MingTao sonrió, pues había logrado un tiro perfecto, sus formas habían mejorado mucho y estaba feliz, si bien no había visto a ese hermoso joven, estaba feliz de que ahora había crecido mucho.

—A veces las cosas inesperadas, llegan para mejorar tu perspectiva.— Pensó mientras cortaba una manzana del árbol que se levantaba orgulloso frente a él.

—Iré a dar un paseo, no vendré a comer ni a cenar.—

El menor tomó su espada y su ocarina, sabía tocar varios instrumentos, pero la ocarina es por mucho de sus favoritos, se sentó bajo un hermoso árbol de magnolias, decidió tocar una pieza que su padre le tocaba cuando no podia dormir, asi que dejo que el viento, el sol, el agua y ese hermoso árbol fueran testigos de su preciosa melodía.

—¿Además de pelear, eres bueno en la música?— Wen MingTao dejó de tocar, volteo hacia su izquierda y ahí estaba él, esos ojos grises.

—Si, aunque puedo afirmar que mi padre es mucho mejor que yo, ¿Quieres escuchar?— Pregunto un poco nervioso, nunca había sentido eso, aunque nunca había sentido eso, estaba feliz.

—En realidad tengo hambre, aquí hay  pescados y tengo un poco de deseos de pescar y prender un fogata.— Sonrió.

Se levantó y ayudó al menor. —Esta bien, yo los pesco y tu los limpias, ¿Te parece?—

Los talismanes que conectan nuestros destinos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora