Buscando al rey [Peter Pan OUAT]

4. La belleza es peligrosa.

—Esta es la última advertencia, me bajan o iniciamos una guerra —amenazaba mientras colgaba del árbol, sus pies estaban atados y su cuerpo caía hasta su cabeza casi tocar el suelo.

—Llevas diciendo lo mismo desde hace dos horas, guapo —una muchacha se le acercó ya cansada de sus amenazas.

—¿Me bajas, linda? —intentó persuadir usando su encanto. Sin embargo la pelirroja pudo conocer al anterior Peter Pan y sabía cómo manejarlo.

—Nah, tú le perteneces a Margot y yo a ella no me enfrento —se puso de cuclillas para poder tener cerca su rostro y poder mostrarle su sonrisa burlona.

—¿Le tienes miedo? —sonrió con astucia.

—Tú deberías —dijo ladeando su cabeza—, ya te mató una vez, puede hacerlo de nuevo.

—¿Y eso explica tu miedo hacia ella porque...?

—Porque tu otro yo era invencible... —arrugó las cejas y se corrigió a sí misma—. Bueno, casi. Además, sólo un tonto se enfrentaría a ella.

—¿Por qué?

—El tiempo está de su lado —habló con voz misteriosa.

—¿Qué quieres decir con...?

—Que te calles y te comportes para que pueda soltarte, ¿no es así, Willow? —la Cazadora Maestra llegó a tiempo, antes de que Willow dejara escapar una pequeña pizca de información que en manos de este Pan sería peligrosa.

—Ni una palabra menos, jefa —le guiñó en respuesta y se alejó.

Margot se puso de cuclillas y presionó sus mejillas pequeñas.

—Allá abajo parecías más maduro, quizá te devuelva por un tiempo —fingió pensarlo seriamente.

—El corazón que utilizaste, ¿a quién pertenecía? —preguntó, por supuesto que había notado su propio comportamiento.

—A un niño de una familia que tenía cuentas que pagar —mantuvo su serenidad. Pan se sorprendió por su respuesta, pero supo que no era cierto cuando vio como la comisura de sus labios apenas se curvó, realmente apenas—. No era en serio. Fue el de tu anterior yo.

—¿Tan inmaduro era? —se sintió tan avergonzado por su otra versión. Margot juntó sus cejas y ladeó su rostro, hizo una mueca que le indicaba a Pan que la respuesta sería demasiado vergonzosa para él—. ¿Y cómo sabías que lo necesitarías?

—Secreto —posó dos de sus dedos en los labios del muchacho.

Llevó una mano a la cintura en dónde llevaba un cuchillo bien afilado y de un movimiento rápido cortó la soga que colgaba a Pan de cabeza. La caída no fue apetecible ya que tenía sus manos aún atadas.

—¿Gracias?

—Fue un placer.

Se quitó la soga que ataba sus manos lo más rápido que pudo. Le frustraba verse indefenso.

—¿Dónde estamos? —preguntó observando su alrededor, la vegetación no se parecía a Nunca Jamás.

—Esa no es la pregunta correcta —le hizo una seña a una de las chicas para que estas se acercaran.

—¿A dónde vamos? —probó.

—A tu isla.

Las cazadoras los rodearon poniéndose una al lado de la otra, abrazándose, cerrando el círculo... Pan no entendía lo que hacían. Margot sacó de su bolsillo una habichuela y la dejó caer a un lado de sus pies.

El portal se abrió y de inmediato los absorbió. Las chicas saltaron todas al mismo tiempo, sin intenciones de esperar mucho. Ansiaban ver la isla que era idéntica a su hogar. Con el dueño vivo, la isla seguiría intacta.

El portal los dejó a todos en Nunca Jamás, aquella bella y peligrosa isla repleta de sueños aplastados de niños olvidados. Sonaba triste, pero era la verdad.

Cayeron en lo que antes era el campamento de los niños perdidos. O quizá lo seguía siendo...

Las cazadoras corrieron a trepar los árboles, saltar en las plantas, otras a prender fuego con el montón de leña que estaba cortada.

Y Margot las observaba con un sentimiento de felicidad que la invadía. Había estado esperando tanto para darles esa isla. Se había esforzado en idear un plan en cuanto había soñado con el momento en el que perderían su hogar.

Rápidamente las que subieron a los árboles notaron movimiento alrededor. Las que saltaban en las plantas escucharon pisadas. Las que prendían la fogata notaron el suave calor que se desprendía de la leña, ya había sido utilizada.

Y Peter Pan sonrió como un maldito.

Las cazadoras se posicionaron detrás de su líder.

—¿Miedo? —preguntó Pan.

—¿Qué es eso? —Willow fingió no entenderle, las demás comenzaron a reír.

Un grupo de chicos apareció alrededor, portando armas hechas por ellos mismos.

—Peter Pan ha vuelto —exclamó un rubio que tenía una marca que atravesaba su rostro.

—Señoritas, estos son los Niños Perdidos —intentó alejarse, pero Margot tomó su cabello y lo atrajo hacia ella—. ¿Qué haces?

Con el mismo cuchillo que estaba afilando minutos antes amenazó su cuello.

—Les dirás que no pongan un solo pie en la zona sur y este de la isla —susurró en su oído.

—¿Por qué lo haría?

—Escucha, yo no tengo miedo, ninguna de nosotras lo siente. Estoy eligiendo darte la mitad del territorio, deberías agradecer.

El cuchillo hizo que un hilo rojo cayera por su cuello.

—No creas que...

—No me tientes.

Peter se aclaró la garganta.

—Las Cazadoras se quedarán con la parte sur y este de Nunca Jamás —sintió la presión del arma blanca de nuevo—. No pueden molestarlas ni acercarse al límite.

—¿Por qué? ¿No quieres que las matemos y ya?

Las chicas sacaron sus armas: espadas, arcos, flechas, navajas, ballestas. Como si con magia todo se solucionara... y quizá para ellas así funcionaba. Después de todo provenían del reino del deseo.

Cuidado, muchachos. La belleza es peligrosa y esas niñas estaban a otro nivel.

Pan estaba por dar la orden, odiaba que le dijeran qué hacer.

—Me necesitas, nos necesitas —susurró ella conociendo sus intenciones—. Debemos encontrar a nuestro soñador, si lo hacemos nos iremos, y si no... nos adueñamos de tu isla.

—¿Cómo planeas hacer eso?

—Viajando en el tiempo.

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Capítulo dedicado a:

diior_starr

Elbuenoelfeoyyo10

Natysara_12

(Me puse a buscar en el tablero y en los mensajes, pero me pierdo en las notificaciones, asíque si me lo pediste y no estás etiquetado por faor avísame, así en algún próximo te lo dedico).

Voy a hacer maratón (en algún momento) y este irá dedicado a las no locas del grupo.

Con amor, Lulu.