Abrazo

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Adam se la pasaba todo el día en su oficina, hacia la mayoría de sus cosas en la oficina jugaba, se la pasaba en el teléfono y la mayor parte del tiempo se la pasaba comiendo su comida favorita que son las costillas.... El estaba bastante aburrido ya que lo único interesante en su vida es el exterminio pero la desventaja era que tenia que esperar alrededor de un año.

Por lo general el no tiene con quien hablar, ya que desde su divorcio resiente con la madre de sus hijos su segunda esposa, Eva el se habia vuelto un poco más frío y serio. Ya que ella habia solicitado el divorcio con la escusa que el amor entre ellos se habia esfumado ya no encontraba esperanza a un sujeto como el pero la verdad que no muchos saben es que ella se habia enamorado perdidamente de uno de los arcángeles más importantes e influyentes del paraíso, por lo general no le gusta que le hablen sobre sus ex esposas ya que probablemente no encontraría alguien con una belleza superior a las de sus ex esposas, su historia amoroso se habia ido en picada claro el puede tener sexo cuando el quiero y con quién quiera ya que tiene muchas admiradoras pero era como si yo no pudiera sentir lo mismo, no sentía algún sentimiento amoroso con las chicas con las que se a acostado, solo son chicas....

Cómo no tenia a nadie con quien hablar despidió un cosa, saldría a elegir a una de sus exterminadoras para que le pueda cumplir sus caprichos y hacerla cargar con el peso de su trabajo con la escusa de que es cómo su mano derecha, tenia que admitir que le daba bastante flojera tener que lidiar con su trabajo.

Se dirigió al lugar del entrenamiento, mientras observa a cada una de ellas a detalle la mayoría de ellas son muy parecidas, morenas o blancas con ojos azules y al parecer la mayoría tenia el cabello de color azabache, aburrido pesó Adam. La organizó segun su escala de "belleza" aún qué la mayoría eran muy parecidas entré si, las estuvo obligando a qué se quitaran la máscara para poder ver mejor su rostro. Entre todas las mujeres destacó una en especial es la candidata perfecta, es la entrenadora con más experiencia dentro de la area de combate, aún que es una chica algo bajá que las demás, su cabello lacio le llega un poco más allá del hombro es de un color plateado semi blanco, sus ojos no son azules claro si no dorados cómo el oro tan brillantes y redondos con unas largas pestañas, su rostro llevaba un poco de maquillaje que es una sombra plateada en la cuenca de sus ojos y un labial negro, ella resalta entre todas las mujeres del lugar se ve que si hace bien su trabajo.

Al momento que la vió estaba decidido a qué ella sería definitivamente su mano derecha en cualquier cosa, se fue acercado hacía ella lentamente. "Hey tu". La señalo con el dedo entre todos los exterminadores.

De inmediato todas miraron a la chica que había sido señalada por su líder, Adam aceleró el pasó hacía para ahorrarse algo de su valioso tiempo, ella se puso bastante firme con su mirada al frente el líder la miro de pies a cabeza, estaba en lo correcto ella es diferente a las demás, se podía notar a simple vista que ella es la más dominante aún siendo las más baja del lugar y tiene un cuerpo en forma eso es bastante sexy.

"¿Si señor?". Ella no aparto su mirada de al frente, su voz mostraba autoridad en cada palabra que decía.

El tomo de su hombro con cuidado en señal que podia relajar la guardia aún qué sea un momento. "Puedes relajarte, solo quiero que vengas a mi oficina". Dijo Adam caminando a su oficina mientras ella lo seguía detrás de el con los brazos cruzados por detrás de la espalda.

Al llegar a su oficina Adam tomo asiento en su lugar de siempre cerca de su escritorio invitando a pasar a la chica, ella pasó cerrando la puerta detras de ellas se quedó parada al frente de su escritorio lista para escuchar a su jefe.

El la miro con una sonrisa coqueta lo cual puso algo nerviosa a la chica. "Si no me equivoco tu nombre debe de ser, Lute. ¿Verdad?".

Ella se puso rígida con una barra de hierro por los nervios. "Si señor".

Compañeros.....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora