| "La mirada al frente, la sonrisa a punto y los zapatos limpios. No lo olvides: ni una sola pista a los enemigos" |
༺༒༻
▪︎ Osaka, Japón ▪︎
Desde muy joven me di cuenta de que la vida no es un juego, que no todo son risas y diversión.
Mi hermano mayor y yo vimos de cerca cómo terminaban aquellos que se atrevían a desafiar las reglas, aquellos que intentaban ser diferentes, que se cansaban de ser usados como marionetas en manos ajenas. Vimos cómo terminaban en el fondo del río, con un balazo en la cabeza o simplemente desaparecidos, ellos se encargaban de hacerlos fantasmas, como si nunca hubieran existido.Aprendimos pronto que en este mundo hay dos opciones, dos caminos a seguir.
La primera es la más fácil, obedecer ciegamente, bajar la cabeza y matar el orgullo y dignidad para adaptarse a las reglas y lograr sobrevivir. Ser uno más de los muchos perros callejeros que buscan escapar de la muerte, que se conforman con migajas de poder y riqueza.
La segunda opción, la que ellos no quieren que elijas. Es la que implica desafiar al sistema, luchar por lo que realmente quieres, por lo que realmente mereces.Pero hay que estar preparado. Hay que estar dispuesto a hacer lo que sea necesario, a pisotear a aquellos que se interpongan en nuestro camino, a no tener piedad. Porque en este mundo, la misericordia es una debilidad, un signo de vulnerabilidad que puede terminar costándote la vida.
Así que si decides tomar la misma opción debes estar preparado. Preparado para la violencia, para la traición, pero también para la libertad, la fuerza, para el poder. Habrá sacrificios, habrá pérdidas, pero al final del día, habrá victoria.
8 horas antes.
De repente, un estruendo ensordecedor resonó por toda la casa, anunciando la llegada del enemigo. una mujer miembro de la Yakuza de Japón, lideraba el ataque contra el. Su presencia imponente y su mirada fría dejaban claro que no iba a detenerse ante nada para conseguir su objetivo.Las balas siguieron pasando a sus costados, impactando con algunos muebles, cada uno de sus hombres tenía en una mano la empuñadura de su arma que no dudaba en usar cada que podían. Los habían tomado por sorpresa y eso le causaba rabia.
La lluvia de balas golpeaba las paredes, haciendo que ambos se resguardaran detrás de los muebles para protegerse.
- Maldición, están bien armados - exclamó Minato, observando la situación desde una ventana. -
- Es lógico, a fin de cuentas se trata de la Yakuza. -Comentó Kakashi.
Kakashi asintió con seriedad.
Dos hombres salieron de su escondite y comenzaron a devolver el fuego, haciendo retroceder momentáneamente a los hombres de Kaguya. Sin embargo, su número era abrumador y pronto volvieron a la carga con una ferocidad renovada.
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𝑷𝒂𝒓𝒂𝒊𝒔𝒐 - 𝐌𝐚𝐝𝐚𝐌𝐢𝐧𝐚
Random𝐸𝑛 𝑢𝑛 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑜𝑠𝑐𝑢𝑟𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑠𝑒 𝑐𝑖𝑒𝑟𝑛𝑒 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒 𝑐𝑎𝑑𝑎 𝑟𝑖𝑛𝑐ó𝑛 𝑦 𝑙𝑎 𝑠𝑜𝑙𝑒𝑑𝑎𝑑 𝑠𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑣𝑖𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑒𝑛 𝑒𝑙 ú𝑛𝑖𝑐𝑜 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑎ñ𝑒𝑟𝑜 𝑓𝑖𝑒𝑙, 𝑚𝑒 𝑣𝑖 𝑓𝑜𝑟𝑧𝑎𝑑𝑜 𝑎 𝑎𝑏𝑟𝑎𝑧𝑎𝑟 𝑚𝑖...